Éste es el primer nacimiento logrado por reproducción natural, ya que las tres últimas crías concebidas fueron por inseminación artificial
Lizlenne Tiburcio
Ciudad de México.— Por primera vez y de manera natural, nació en el parque zoológico de Ueno, al norte de Tokio, una cría de panda gigante. Su madre se llama Shin Shin y se encuentra en buen estado, su padre es Ri Ri, los dos osos fueron un préstamo de China el año pasado.
El portavoz del parque dio conocer que éste es el primer nacimiento logrado por reproducción natural, ya que las tres crías concebidas anteriormente fueron por inseminación artificial, informó la cadena inglesa BBC.
La importancia de este nacimiento radica en que los pandas gigantes son una especie en peligro de extinción; un sondeo realizado en 2004 reveló que existen alrededor de mil 600 pandas en libertad. Estos datos provienen de un estudio realizado durante cuatro años por la Administración Forestal china junto con la World Wildlife Fund (WWF) sobre los pandas y su hábitat.
Hoy en día los pandas gigantes están confinados en bosques templados, repartidos en seis cadenas montañosas en el sudoeste de China: Minshan, Qin Ling, Qionglai, Liangshan, Daxiangling y Xiaoxianglinghos, lo que los hace una especie de suma importancia por su ubicación en lo alto de la cuenca del Yangtzé, una ecorregión compartida con millones de personas que genera grandes beneficios económicos al país, que incluyen el turismo, pesca, agricultura de subsistencia, transporte, energía hidráulica y recursos hídricos.
Esta cuenca constituye el corazón geográfico y económico de China, y es una de las regiones más críticas del mundo en cuanto a biodiversidad. Sus diversos hábitats contienen muchas especies animales y vegetales raras, endémicas y en peligro de extinción, de las cuales el panda es el más conocido.
Las principales amenazas a esta especie son la pérdida de hábitat y fragmentación, esto por los cultivos que cada vez se extienden más hacia las montañas, y la división que causan entre las colonias de pandas. El tráfico ilegal es otra de las peores amenazas a este oso endémico, que por la caza furtiva ha disminuido considerablemente el número de ejemplares.
La tercera causa es la desaparición del bambú; esta planta que ha sido el principal alimento de los pandas, va desapareciendo por su propio proceso natural de muerte y crecimiento, así como por el aumento en la necesidad de comerlo, lo que aumenta su demanda, pero la oferta no es la misma.
La especie que lleva por nombre científico Ailuropoda melanoleuca, cuyo hábitat son los bosques templados de hoja ancha y mixtos, ubicados al sudoeste de China (Gansu, Shaanxi) y las provincias de Sichuan hasta el este de la planicie tibetana, está desprotegida en un 39 por ciento; quiere decir que aproximadamente 980 pandas de los mil 600 existentes, están bajo protección en reservas, y los 620 restantes, a su suerte.
En un comunicado, la WWF retrata al panda como un mamífero de metro y medio de altura, 150 kilogramos de peso, y con sus distintivos colores blanco y negro que le dan ese aspecto “bonachón”, es una de las especies más queridas en el planeta, pero también de las más desprotegidas, por la codicia que genera su caza y la depredación de su hábitat.
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