La Fundación Pedro y Elena Hernández, AC, implementa acciones como la anillación de esta especie como parte de las medidas para su conservación
Mérida, Yucatán.— El flamenco es una de las aves más esbeltas del mundo que se caracteriza por tener patas y cuello muy largos, también cuenta con un pico muy característico de pronunciada curvatura hacia abajo dotado de laminillas internas para retener las sustancias alimenticias como pequeños insectos, crustáceos y algas, fuentes de alimentos que necesitan.
De nombre científico Phoenicopterus, miden entre 80 cm y 1.40 m de largo. Su coloración se debe a la ingesta de pequeños crustáceos llamadas artemias.
Su coloración varía en diversos tonos de rosa claro hasta el color salmón del flamenco del Caribe (Phoenicopterus ruber) que habita en áreas tropicales de América, incluyendo las Antillas, la península de Yucatán, el norte de Colombia y Venezuela, en las islas Galápagos y en el norte de Honduras.
Los flamencos de Ría Lagartos, en el extremo norte de la península de Yucatán inician su ciclo de vida para después volar largas distancias. Ejemplo de ello son sus vuelos regulares de aproximadamente 300 kilómetros entre Celestún y Los Petenes a Ría Lagartos y Yum Balam, en casos excepcionales también se les ha localizado a más de mil kilómetros en las Bahamas o incluso a unos dos mil kilómetros en República Dominicana.
En las aguas someras de la ría se encuentra la colonia de anidamiento más grande del flamenco rosado del Caribe, sus peculiares nidos en forma de volcancito de lodo que sobresale 30 centímetros sobre las aguas, semejan un paisaje lunar.
Actualmente, el flamenco rosado se encuentra bajo el estatus de especie amenazada (NOM-059-SEMANRNAT-2010) por lo que la Fundación Pedro y Elena Hernández, AC, y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) llevan a cabo diferentes acciones para la conservación de esta especie y su hábitat.
Proteger esta especie significa resguardar muchas hectáreas de ecosistemas terrestres y marinos, hogar de un sinnúmero de especies y parte vital de la economía de Yucatán. Los manglares de las rías son por sí mismos ecosistemas riquísimos en biodiversidad siendo hogar de cocodrilos, jaguares, más de 395 especies de aves residentes y migratorias, y peces marinos que los usan de guardería para las primeras etapas de su vida. Muchas pesquerías dependen de estos procesos y por lo tanto el humano también entra en esta red intrincada de relaciones ecológicas. Actualmente, en la zona existen cuatro áreas naturales protegidas; Ría lagartos, Celestún, Los Petenes y Yum Balam.
Para protegerlos es necesario saber ¿adónde van?, ¿cuándo regresan?, ¿cuánto tiempo viven?, en suma, sus ciclos migratorios, por ello la Fundación Pedro y Elena Hernández, AC, desde 1999 ha implementado diferentes acciones para su conservación, como la colocación de anillos en las patas para contribuir a la investigación científica de las aves. Asimismo, a partir de 2015 la Fundación Pedro y Elena en conjunto con la Conanp tomaron la dirección y coordinación del proceso de este evento.
En el anillamiento correspondiente a 2016, llevado a cabo el pasado viernes 26, se logró anillar cerca de 600 flamencos con la participación de 150 personas, entre ellas más de 80 técnicos y especialistas, además de médicos veterinarios de Africam Safari.
¿Qué es el anillamiento?
Es colocar en sus patas un anillo de plástico con una serie de cuatro letras que es el código alfanumérico de identificación del ave, como las placas de un automóvil, y otro metálico que lleva los datos de contacto de la Fundación, teléfono y página web a la que se puede reportar una ave muerta.
Se anillan cuando apenas cuentan con 75 y 80 días de edad, para entonces ya caminan y se encuentran juntos en una especie de guardería laguna adentro. Los flamenquitos nacen durante la misma temporada, de este modo la fecha ideal para anillarlos son los últimos 10 días del mes de agosto.
La Fundación Pedro y Elena Hernández, AC, convoca y capacita a toda la gente que participará en el evento de anillación. Los voluntarios no son novatos, todos están debidamente capacitados, no es un evento público, es un meticuloso proceso de carácter científico y de conservación, señaló Bárbara Hernández, presidenta del consejo directivo de la Fundación.
¿Cómo se hace?
Empieza antes del amanecer, los flamenquitos jóvenes están durmiendo alrededor de la “guardería”, es un grupo compacto. Aprovechando la penumbra de la madrugada, los especialistas, guían suavemente a los flamencos hacia el área de anillamiento. Un poco más tarde, un grupo de voluntarios entra a la laguna en fila india y tomados de las manos forman un embudo que los guía. El grupo de especialistas los conduce finalmente hasta el corral de anillamiento en tierra firme.
En esta zona, se han preparado unos corrales en donde las aves van entrando poco a poco, una vez dentro, el corral se cierra. Empieza a amanecer, y gracias a que se encuentran juntos, los flamencos no se alarman.
El corral tiene a su alrededor un pasillo por el cual se van introduciendo grupos de flamencos, al caminar por el corral, cada flamenco es atrapado por una persona experta quien lo conduce a una de las ocho estaciones de anillado. Inmediatamente se les vendan los ojos, para evitar que entren en pánico. Cada ave es pesada y medida de las alas, patas y cuello. Posteriormente a cada una se le ponen dos anillos, uno metálico y otro plástico que portarán toda la vida. Asimismo, a unas 50 aves se les toman muestras de sangre y plumas para determinar el estado de salud de la población. Desde 2015 se integró a este proceso Cenasica para tomar muestras adicionales de influencia aviar y Newcastle. Terminado el proceso, se les quita la venda de los ojos, se dejan delicadamente en la orilla de la laguna y quedan liberados, explicó Bárbara Hernández.
Economía y protección
Los manglares de las rías son por sí mismos ecosistemas riquísimos en biodiversidad siendo hogar de cocodrilos, jaguares, más de 395 especies de aves residentes y migratorias, y peces marinos que los usan de guardería para las primeras etapas de su vida.
El adecuado aprovechamiento de los recursos naturales, en este caso actividades sustentables como el ramo turístico (hoteles, operadores turísticos, restaurantes, guías eco turísticas, operadores de pesca deportiva, observación de aves, entre otras) han propiciado el desarrollo de las comunidades, las cuales, al verlo como una nueva opción para generar recursos para sus familias, respetan y protegen más su entorno.
De esta manera se fomenta la conservación del flamenco rosado del Caribe en Yucatán a partir del estudio y monitoreo de sus poblaciones, la rehabilitación de las áreas fundamentales de supervivencia, además de un programa de educación ambiental que busca el uso sustentable del flamenco como recurso turístico.
Fuente: Teorema Ambiental
