Zacatenco cuenta con un proceso de planeación para elegir cuidadosamente especies de árboles y a la vez ser refugio y alimento de aves
La “pajareada”, como comúnmente se le llama a los recorridos para la observación de aves, fue parte de las actividades de la 8ª Jornada de la Ornitofauna y el Arbolado del IPN, con el fin de concientizar a los jóvenes sobre la responsabilidad de cuidar y valorar el patrimonio natural localizado en este sitio, pero que pertenece también a las futuras generaciones.
La importancia de preservar en óptimas condiciones el arbolado de Zacatenco radica en que cuenta con una gran cantidad de árboles maduros de gran y espeso follaje que dan albergue a 85 de las 360 especies de aves que hay en la Ciudad de México.
Durante el recorrido los jóvenes se mostraron entusiasmados de apreciar la interacción de la ornitofauna del lugar, y para su deleite, especies como: colibrí orejiblanco, cardenalito tlapaltototl, chorlito tildio amacozcatl y cernícalo americano cenotzqui, entre otros, posaron mientras se alimentaban, para que el grupo pudiera observarlas en todo su esplendor.
Las áreas verdes y el arbolado de esta zona constituyen parte de los escasos refugios naturales de mucha fauna silvestre, por lo que el manejo adecuado y el fortalecimiento son estrategias fundamentales para contrarrestar el creciente deterioro de la calidad de vida en urbes tan complejas como la Ciudad de México.