Ecosistemas

Comunidad internacional condena actitud de Bolsonaro ante incendios

El presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que el mundo enfrenta una crisis y adelantó que “hablará de esta urgencia” en la cumbre de las principales economías mundiales (G7)

Teorema Ambiental/Redacción

Luego de casi tres semanas de incendios que han azotado una importante sección de la selva del Amazonas, la selva tropical más extensa del mundo, la comunidad internacional aumentó sus críticas ante la actuación del gobierno brasileño para atender el fenómeno y la actitud de su presidente, Jair Bolsonaro, de culpar a organizaciones civiles de desatar una especie de “psicosis ambiental”.

“Estoy profundamente preocupado por los incendios en la Amazonia. En medio de la crisis climática mundial, no podemos permitirnos más daño a una gran fuente de oxígeno y biodiversidad. La selva debe ser protegida”, tuiteó el secretario general de la ONU, António Guterres.

Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que el mundo enfrenta una crisis y adelantó que “hablará de esta urgencia” en la cumbre de las principales economías mundiales (G7) que se celebra este fin de semana en Biarritz, Francia.

Bolsonaro respondió al mandatario francés: “La sugerencia del presidente francés, de que asuntos amazónicos sean discutidos en el G7 sin participación de los países de la región, evoca una mentalidad colonialista del siglo XXI”. Este es otro mensaje defensivo, como el que envió a la canciller alemana Angela Merkel, donde le pedía que se preocupara por reforestar su país y no el Amazonas, después que fueron retirados los apoyos económicos de este país a Brasil.

Mientras tanto, los daños por el fuego y las inmensas nubes de partículas suspendidas en la atmósfera obligaron al gobierno peruano a decretar este jueves una alerta ante la probabilidad de que las llamas continúen extendiéndose.

Grupos ambientalistas llamaron a una protesta masiva este viernes por el cuidado de la selva amazónica. El movimiento de la joven sueca Greta Thunberg, promotora de una iniciativa mundial de lucha contra el cambio climático, convocó concentraciones ante embajadas y consulados de Brasil en las principales ciudades del mundo.

Por su parte, el gobierno colombiano propuso a los de Brasil, Bolivia, Ecuador y Perú realizar un “proyecto conjunto” de prevención frente a la crisis ambiental. El gobierno chileno ofreció apoyo para combatir el fuego.

Bolsonaro, por su parte, mantiene el argumento de que el desastre es provocado por una sequía y acusó ayer a las organizaciones ambientalistas de utilizar el siniestro como un motivo de presión a su gestión e incluso acusó que algunas de ellas pudieron provocar intencionalmente algunos incendios.

“Esa psicosis ambiental no deja hacer nada. Yo no quiero acabar con el medio ambiente. Yo quiero salvar a Brasil”, declaró el mandatario, cuya política económica contempla permitir la explotación de reservas indígenas y zonas protegidas a actividades como la agropecuaria y la minera.

También en la ciudad de Salvador de Bahía, una de las principales al noreste del país, donde se realiza una conferencia internacional sobre el cambio climático, un funcionario brasileño de alto rango sostuvo que su país está haciendo un uso racional de la tierra y cumple con las disposiciones del Acuerdo de París contra el calentamiento global.

“Le estamos enseñando al mundo cómo producir (…) En todo el mundo el promedio del uso de la tierra para la agricultura supera 50 por ciento. Nosotros solo usamos 29 por ciento”, afirmó el secretario de Relaciones Internacionales del ministerio de Medio Ambiente, Roberto Castelo, abucheado por representantes de grupos ambientalistas.

El sector agropecuario brasileño dio un importante apoyo a la campaña presidencial de Bolsonaro el año pasado.

También los gobernadores de los estados amazónicos de ese país sudamericano criticaron al gobierno federal por posturas que llevaron a la suspensión de recursos de Noruega y Alemania para un fondo de preservación de la selva tropical y parece que el país, uno de los considerados 12 megadiversos del mundo, parece quedarse solo en su lucha por el combate al cambio climático.

“Esta semana dos grandes medios de la prensa alemana esbozaron la idea de que ya era hora de empezar a boicotear los productos brasileños”, aseguró al diario Valor el presidente de la Asociación Brasileña del Agronegocio (ABAG), Marcello Brito. Que eso ocurra “es una cuestión de tiempo”, añadió.

Ante este retiro de fondos, la administración de Bolsonaro aseguró que carece de los recursos para combatir el fuego en la selva amazónica.

“El Amazonas es más grande que Europa, ¿cómo van a combatir los incendios criminales en una zona así?”, preguntó a periodistas al salir de la residencia presidencial. “No tenemos los recursos para eso. El gobierno no podía simplemente lograr que el Ministerio del Interior enviara a 40 hombres para combatir un incendio.”

Los incendios en la Amazonia aumentaron 83 por ciento en lo que va del año en comparación con el mismo periodo del año anterior, según cifras del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE).

Fiscales federales anunciaron ayer que investigarán el aumento de la deforestación y de los incendios forestales en el estado amazónico de Pará.

“En estado de alerta, más de 200 bomberos monitorean minuto a minuto el estado de emergencia del incendio en los bosques de la Amazonia de Brasil y Bolivia, para prevención”, dijo en Twitter el Servicio Nacional de Áreas Protegidas por el Estado.

Bolivia y Ecuador también se mantienen en alerta.

 

 

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