Elementos de la Brigada de Vigilancia Animal, que depende de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, decomisaron ayer 221 especies exóticas en un local comercial de la calle de Imprenta, en la Delegación Venustiano Carranza.
Entre los animales rescatados hay cocodrilos bebés, tarántulas, boas, así como un mapache y un dragón de Komodo.
Cabe mencionar que la dirección de Asuntos Internos de la policía recibió una denuncia ciudadana sobre la existencia de un lince bebé y otras especies “extrañas” en dicho comercio.
Por eso acudieron a revisar la tienda de mascotas Mundo Animal donde encontraron también especies cuya venta está prohibida al público.
En el establecimiento fueron encontrados 69 cocodrilos, algunos recién nacidos y otros de hasta siete u ocho meses de edad, que habían sido colocados por el dueño en tres peceras de aproximadamente metro y medio de largo por 30 de ancho y 70 centímetros de alto.
De igual forma hallaron en hacinamiento un lince, iguanas negras, serpientes cornudas, boas de Borneo —de aproximadamente dos metros de largo—, coralillos, víboras de cascabel, cincuates y tortugas del desierto.
En varios recipientes de plástico utilizados para almacenar productos perecederos ofrecían 113 tarántulas de distintas especies, un escorpión rey y un alacrán.
También guardaban en jaulas un halcón cola roja, tres aratingas (aves tipo pericos), cuatro coatíes y un mapache.
Israel Candiani Corona, dueño del establecimiento, no presentó ninguna documentación para avalar la legítima posesión de los animales.
En entrevista, reconoció que trabajaba ese tipo de especies; incluso, contó que llegó a vender cobras.
La SSP-DF remitió al propietario a la Unidad Especializada en Delitos Ambientales de la PGR, como presunto responsable de violar la Ley General de Vida Silvestre.
Al recibir los animales y al detenido, el agente del Ministerio Público Federal inició la averiguación previa AP/170/UEIDAPLE/DA/27/2007, con base en la cual se determinará la situación jurídica del presunto responsable. Además, peritos determinarán con precisión cada especie asegurada y posteriormente se decidirá el destino de los ejemplares.
Fuente: La Crónica
