Biodiversidad

¿Cómo estudiar el comportamiento animal sin la presencia de los humanos?

Ésta fue la pregunta que se hizo Greg Marshall, un biólogo especialista en ciencias marinas de la editorial National Geographic, a quien se le ocurrió poner cámaras en los animales para ver su mundo a través de sus ojos.

“Una vez que ponemos las crittercam (cámaras especializadas) los animales ni las notan, eso es lo que más nos sorprendió cuando iniciamos el proyecto”, explica a BBC Mundo.

La idea surgió en 1986 cuando estudiaba la vida marina en Belice.

Animales filman sus propios videos

“Se me acercó un tiburón y cuando se alejaba noté que tenía una rémora (un pez parásito que tiene un disco oval encima de la cabeza, con el cual se adhiere a otros peces) y pensé qué me gustaría poder viajar y ver lo que pasaba en la vida del tiburón a través de los ojos de la rémora”, recuerda el científico.

Si el tiburón no sentía la presencia de la rémora, entonces no sentiría la presencia de una cámara y fue ahí donde surgió la idea de la crittercam, que es una cámara protegida por un cobertor para soportar bajas temperaturas y grandes profundidades.

“La cámara se desprende una vez que su disco está lleno y flota a la superficie, con la antena, la rescatamos y el material que encontramos nos ayuda a conocer un mundo que hasta ahora era desconocido por nosotros”, explica Greg Marshall.

En el caso de los pingüinos, la cámara la llevan en una especie de arnés, como si fuera una mochila.

“Es mucho más fácil de lo que parece ponerles el arnés y lo más curioso es que ni siquiera los otros animales le prestan ninguna atención a la mochila”, recuerda este biólogo que pasó varias temporadas en la Antártica.

En el caso de los pingüinos, a través de estas cámaras, se dieron cuenta que el mito de que los animales comían en grupo era una mentira, ya que cazan de manera individual.

En otras especies, la ayuda de este aparato ha ayudado, no sólo a conocer mejor el comportamiento animal, pero también para ayudar a salvarlos de la extinción.

Mejores fotógrafos

Un ejemplo claro es la foca monje hawaiana (Monachus schauinslandi).

“Hasta que realizamos nuestra investigación con las crittercams, la gente creía que las focas se alimentaban en las aguas bajas del atolón donde vivían y ahí se marcó su área de protección.”

“Pero luego, gracias a las imágenes que ellas mismas tomaron, nos dimos cuenta que se alimentan en aguas más profundas. Gracias a esta información, ahora el área de protección está dónde realmente puede ayudarlas a sobrevivir”, explicó el experto.

Las cámaras también se han puesto a felinos, a osos y a otro tipo de mamíferos. Según la mayoría de los biólogos, estos animales son mejores fotógrafos que los humanos.

Algunas de estas imágenes, así como toda la historia de las crittercams está ahora en exhibición en Washington, en el edificio del National Geographic en la capital estadounidense.

La muestra estará en exhibición hasta enero del 2008.

Fuente: BBC

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