- El cambio climático, especies invasoras, sobreexplotación de los recursos naturales, contaminación y urbanización, son los principales factores que afectan a la biodiversidad
Teorema Ambiental/Redacción
En los últimos años, el cambio climático y el uso insostenible de los recursos naturales han ocasionado pérdidas significativas de biodiversidad en todo el mundo. Según el “Informe de evaluación sobre la diversidad biológica y los servicios de ecosistemas” realizado en 2019 por la Unesco, los principales factores mundiales que impulsan la pérdida de la diversidad biológica son el cambio climático, las especies invasoras, la sobreexplotación de los recursos naturales, contaminación y la urbanización.
Al respecto, The Climate Reality Project América Latina solicita a los países, empresas y organizaciones cumplir con los tratados internacionales para salvaguardar los ecosistemas y fortalecer sus medidas para la conservación de la naturaleza.
La biodiversidad es imprescindible para la vida en el planeta, debido a que proporciona estabilidad en los ecosistemas y provee recursos naturales como el oxígeno, mejora la calidad del aire, regula el clima, purifica el agua, provee suelos fértiles, plantas medicinales, así como el suministro de alimentos vitales para el desarrollo y funcionamiento de los ecosistemas. Sin embargo, las actividades humanas han alterado el medioambiente terrestre en un 75 por ciento y en un 66 por ciento el marino, a causa de ello, un millón de especies y vegetales están en peligro de extinción, de acuerdo con la ONU. Aunado a esto, la pérdida de biodiversidad también está relacionada con las actividades extractivas como la minería, ganadería, agricultura y caza, que ocasionan pérdidas ecosistémicas irreversibles.
En cuanto a la región, Brasil, Colombia, Ecuador, México y Venezuela se encuentran en la lista de los países más megadiversos, se consideran así porque ocupan menos del 10 por ciento de la superficie del planeta, pero albergan el 70 por ciento de las especies reconocidas. A pesar de ello, la pérdida de biodiversidad en América Latina y el Caribe asciende al 94 por ciento, convirtiéndose en la región más perjudicada del mundo, según un informe realizado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) y la Sociedad Zoológica de Londres. Para conservar los ecosistemas es importante que los países y gobiernos destinen sus recursos en el financiamiento climático, de forma que garanticen la protección y conservación de los hábitats.
América Latina tiene grandes oportunidades para implementar de forma inmediata el cuidado de la biodiversidad y de los ecosistemas. Un ejemplo de ello, es el caso de éxito de Colombia, que ha implementado los Pagos por Servicios Ambientales (PSA), un modelo de incentivos que corresponden al 1 por ciento de los ingresos de los municipios, para la protección, cuidado y conservación de la naturaleza, es decir, le pagan a la comunidad por conservar la zona e implementar estrategias de protección y cuidado, mientras se adelanta la restitución de tierras y terrenos baldíos.
Debido a esto, Claudia Buitrago, directora del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente, construyó en Cali, Colombia, un plan PSA y tras el éxito obtenido, elaboró el plan para el municipio Jamundi; luego de la realización de talleres de socialización y entendimiento con la comunidad, se constituyó un plan que incluye ocho acuerdos colectivos con 99 familias, 800 hectáreas y más de 500 millones de inversión.
En la misma línea, existen tratados para disminuir la pérdida de biodiversidad como el acuerdo “30 x 30” que fue creado en 2020 por la Coalición de Gran Ambición cuyo objetivo es preservar el 30 por ciento de las tierras y 30 por ciento de los océanos del mundo para 2030. De cumplir con estas metas, se lograría detener la pérdida de biodiversidad, fortalecer la conservación de la naturaleza y al mismo tiempo, mitigar los efectos del cambio climático. De acuerdo con la organización Earth Share, el 30 por ciento de la conservación de la tierra y el agua nos permitirá mantener la biodiversidad crítica y la seguridad de los hábitats, protegiendo las especies animales y vegetales, así como los ecosistemas esenciales que sustentan la agricultura mundial.
Fotografía: Pxhere.com