De acuerdo con la Secretaría de Salud, 50% de establecimientos dedicados al envasado de agua tienen irregularidades que no garantizan su calidad
México, D.F.— Alrededor de 50 por ciento de los establecimientos dedicados a la purificación y envasado de agua tienen problemas de operación, lo que pone en riesgo la calidad del producto que comercializan y que en esta temporada eleva sus ventas ante el calor.
Según reportes de la Agencia de Protección Sanitaria (APS), la cual pertenece a la Secretaria de Salud capitalina, las deficiencias se centran en las condiciones de las instalaciones y las medidas sanitarias con que se llenan o rellenan botellas y garrafones.
El periódico Excélsior publicó un reportaje que trata esta problemática y señaló que “de los aproximadamente 300 establecimientos de este tipo en la ciudad, la agencia lleva verificados 144 y prevén continuar hasta completar el padrón registrado ante el gobierno capitalino.
“Hemos encontrado irregularidades muy sencillas, pero también otras que pueden llevar a no garantizar que el agua que están vendiendo esté en condiciones para beberse”, explicó José de Jesús Trujillo, titular de la APS.
Pese a las irregularidades detectadas, Trujillo explicó que no han clausurado ningún local, sino que han impuesto medidas correctivas, las cuales deberán cumplir en tiempos establecidos o de lo contrario se harán acreedores a multas administrativas o el cierre del negocio.
“Estamos facultados a imponer cierres por 48 horas o un tiempo mayor, dependiendo de las condiciones en que se encuentre el problema. Para nosotros es más importante tener un establecimiento que cumpla con los requisitos, que esté abasteciendo agua potable, a tenerlo cerrado, por eso consideramos que no será necesaria la clausura”, señaló en entrevista.
Recomendó a los consumidores ser cuidadosos con el agua embotellada que adquieren, evitando comprar este tipo de productos en la vía pública, ya que han detectado que las botellas están rellenadas con agua contaminada y las tapas son selladas de tal forma que parecen nuevas y de origen confiable.
El funcionario capitalino pidió a la población destruir las botellas tras ingerir su contenido, y no solamente tirarlas en botes públicos o dentro de sus oficinas, lo que evitará que tras caer en manos de quienes se dedican a la venta de “agua pirata”, las rellenen y las vendan como producto nuevo e higiénico.
En cuanto a los garrafones de agua, el lavado de éstos antes de rellenarse debe ser exhaustivo, pero como no siempre se realiza a la vista del consumidor recomendó estar al pendiente de la forma en que los manejan y de preferencia llevarlos a sitios en donde el proceso sea visible.
Los riesgos a la salud por consumir agua contaminada, disfrazada de agua potable embotellada, son las enfermedades gastrointestinales.
Trujillo explicó que la principal fuente de contaminación es la materia orgánica proveniente de la gente que maneja los procedimientos de rellenado, pero también por heces fecales que en forma de polvo circulan en el aire.
“La enfermedad que con más frecuencia se llega a presentar a partir del agua contaminada es la amibiasis”, detalló.
Para evitar exponerse a la enfermedad gastrointestinal, sugirió a la gente comprar únicamente en lugares establecidos las botellas o garrafones de agua y resistirse si los puestos ambulantes o los puntos de venta en las esquinas son la única opción a la mano.
Fuente: Excélsior