Agua

Personas en Costa Rica consumen agua expuesta a contaminación

Acueductos identificó 13 fuentes que llevan agua de mala o pésima calidad

Costa Rica.— Se trata de 273 fuentes superficiales de agua que aún no cuentan con plantas de tratamiento. Estos sistemas se utilizan para eliminar o reducir los niveles de materia fecal u otras sustancias.

Así lo reveló el estudio Calidad microbiológica de las fuentes de agua superficiales utilizadas para consumo humano, realizado por el Laboratorio Nacional de Aguas (LNA) del AyA.

La investigación analizó el periodo de 1996 a 2010. En total se estudiaron 321 afluentes, de los cuales sólo 48 cuentan con sistemas de tratamiento, explicó Darner Mora, director del Laboratorio, adscrito al Instituto de Acueductos y Alcantarillados (AyA).

“El problema es con aquellas que son superficiales, no tienen ningún tipo de tratamiento y entran directamente a la comunidad”, enfatizó Mora.

Las fuentes sin plantas para tratar el agua se ubican principalmente en San José y Puntarenas.

De ellas, 220 están en manos de asociaciones administradoras de acueductos (Asadas), 29 están bajo el cuidado de las municipalidades y 19 a cargo del AyA. Otras cinco pertenecen a la Empresa de Servicios Públicos de Heredia.

Las 48 fuentes que sí utilizan sistemas de tratamiento abastecen a 1.4 millones de habitantes.

El estudio del Laboratorio de Aguas también detectó que de todas las fuentes superficiales, hay 20 que llevan agua de “mala” o “pésima” calidad.

Esto significa que tienen niveles superiores a dos mil coliformes por cada 100 mililitros.

De esos casos, 13 corresponden a sistemas que no utilizan plantas de tratamiento. Cinco se ubican en Talamanca de Limón y al menos dos en Desamparados, San José.

Yolanda Martínez, subgerente de Gestión de Sistemas Comunales del AyA, aseguró que ahí es donde se utilizan alternativas para desinfección; sin embargo, reconoció que existen comunidades donde se hace más difícil el mantenimiento.

El principal riesgo de consumir agua de mala calidad es contraer enfermedades como diarreas o parasitosis, advirtió Daisy Corrales, ministra de Salud.

“El ministerio ha tenido un rol relevante en capacitar a las Asadas y en las comunidades en que no existe una administración del agua”, manifestó.

La funcionaria aseguró que con base en el informe del AyA se coordinarán con otras entidades para intervenir en las zonas prioritarias.

Para Yolanda Martínez, el problema en las fuentes superficiales se debe al rezago de la inversión en plantas de tratamiento.

Un diagnóstico realizado en 2010 determinó que sólo en el área rural se requieren inversiones por 425 millones de dólares.

De esa cifra se ocupan 20 millones para construir plantas de tratamiento en los sistemas que ya están en funcionamiento.

La medida es urgente pese a que las propias comunidades que aún funcionan sin plataformas potabilizadoras, acuden a otros mecanismos para cuidar la fuente.

“Las más difíciles son aquellas captadas de ríos, porque se pueden contaminar con más facilidad. Las que son de montaña prácticamente no tienen foco de contaminación. Lo que se hace es una especie de muro y se capta el agua”, expresó Martínez.

En las fuentes más puras, también cuentan con un programa de desinfección o se colocan equipos de cloración de diferente tipo.

Yolanda Martínez adelantó que además trabajan en una propuesta de modelo tarifario para las Asadas, con el fin de otorgarles más recursos para tratamiento de aguas.

Fuente: Nación

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