Para proteger el ecosistema denominado hipersalino (de los cuales se reconocen solamente seis en el mundo) y una gran riqueza de humedales, la región de la Laguna Madre y delta del Río Bravo fue decretada como Área Natural Protegida (ANP) por el gobierno federal.
Con una extensión de 572,808 hectáreas y ubicada en los municipios de Matamoros, San Fernando y Soto la Marina, en Tamaulipas, esta nueva ANP posee una enorme riqueza y diversidad biológica y se loca-liza entre dos regiones biogeográficas, la neártica y la neotropical, además de que recibe afluentes de dos regiones hidrológicas, la cuenca del Río Bravo y la cuenca de los ríos San Fernando-Soto la Marina, lo que favorece que cuente con diferentes tipos de suelos, climas y regímenes de lluvia.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), por conducto de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), será la encargada de supervisar las labores de conservación, protección y vigilancia de sus recursos na-turales.
En los humedales que integran esta ANP se encuentran cuatro especies de mangle (rojo, negro, blanco y botoncillo), que están sujetas a protección especial conforme a la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2001. También es un refugio de crustáceos y peces de importancia económica, así como diferentes especies que anidan allí durante su época de reproducción.
Otro aspecto destacado es la migración de más de 450 especies de aves acuáticas, semiacuáticas y terrestres, donde inverna el 15 por ciento del total de las aves migratorias que llegan a México provenientes de Canadá y Estados Unidos, con lugares de refugio, alimentación y anidación de manera permanente para 144 especies de aves residentes. Entre la fauna silvestre de la zona destacan el jaguar, el ocelote, el tigrillo, el puma, el lince, el venado cola blanca, la ardilla de tierra, la rata canguro, la tonina y el loro de cabeza amarilla.
