- En esta área perteneciente a la cuarta sección del Bosque de Chapultepec, estos trabajos se realizan para mejorar la calidad del agua
Teorema Ambiental/Redacción
Como parte de los trabajos que realiza la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México en la barranca y río Tacubaya se colocan hidroseparadores, biodigestoes y se crean humedales artificiales en distintos puntos, a lo largo de cuatro kilómetros, lo que evitará que las descargas de aguas residuales que se vierten desde Cuajimalpa hasta la zona de Santa Fe sigan contaminando el río.
El ingeniero geólogo Adán Zúñiga Ríos, coordinador del diseño y proyecto de saneamiento del río Tacubaya, mencionó que “el crecimiento no tan planificado del urbanismo hizo que no siempre estuviesen las estructuras de desagüe, de drenaje, adecuadas y ese crecimiento empírico de las colonias hizo que las personas se colocaran, incluso muchas veces, sobre las barrancas de los ríos y desde hace muchos años el agua de descarga de estas colonias va directamente a los cauces de ríos”.
Desde una de las zonas intervenidas de esta Área de Valor Ambiental, pertenecientes a la cuarta sección del Bosque de Chapultepec, explicó que estos trabajos se realizan para mejorar la calidad del agua: “es el reto principal de este proyecto, toda vez que el río viene con una concentración altísima de materia orgánica, sobre todo por residuos domésticos de las colonias que están alrededor del área y del distrito de Santa Fe, que también desemboca entubado y que aflora en esta área”.
Zúñiga Ríos detalló que se llevaron a cabo diversos estudios, topográficos y de calidad del agua, donde se buscaron metales pesados que pudieran estar disueltos en el agua, situación que no ocurrió, pero se detectó contaminación de materia orgánica, de nutrientes en el agua: “La solución que encontramos fue puntual, al tratar de agrupar muchas de las descargas de las colonias y del río principal, y tratarlas por separado, tratando de mejorar la calidad integral de los cuatro kilómetros que tiene el tramo del lugar.”
Agregó que la solución fue colocar estos dispositivos llamados hidroseparadores, que se fabrican en Estados Unidos y que separan las partículas por diferencia de densidad.
“¿Qué hace este dispositivo? El agua le entra por una o varias entradas, depende de cómo convenga en cada lugar del proyecto, y dentro del dispositivo se separa en cámara, tiene una estructura de fibra de vidrio que permite la separación en tres partes principales: primero, los elementos que son los PETS, que vienen flotando, se quedan en la superficie, después, una cámara separa lo que son aceites e hidrocarburos y tiene una malla central que tiene una estructura, que hace que no se tape cuando el agua circula en esos vórtices y que acumula sedimento en el lugar. Por supuesto, cada cierto tiempo hay que dar mantenimiento, permitiendo que el agua que sale de estas tres cámaras ya venga mucho más limpia”, detalló.
Aclaró que dichos dispositivos no son plantas de tratamiento, ya que el agua no sale con la calidad de tratamiento, pero sí mucho más limpia. En otros puntos se utilizan biodigestores, que ya tienen un tratamiento bacteriano, lo que permite una remoción de la materia orgánica, así como pequeños humedales y en otras zonas se usan cámaras de infiltración o pozos de infiltración para que el agua llegue al río con mejor condición.
“El diseño de este proyecto, en estos cuatro kilómetros, incluye 16 sistemas, además de las dos entradas del río, una entrada al norte y la entrada que llegaba de Santa Fe; estamos aprovechando aquellas estructuras que ya existían alrededor del río, que podían ser importantes para el tratamiento del agua, por ejemplo, cerca del puente de Bellavista, que está muy cerca de la Ermita Vasco de Quiroga, había una estructura de jardinera en forma escalonada, que la estamos aprovechando para después del uso del CDS, generar un humedal superficial y el agua va por debajo, para disminuir olores y que de ahí llegue al río ya con otro tratamiento diferente al del biodigestor”, resaltó.
Uno de los beneficios de llevar a cabo estos trabajos de intervención y recuperación en la barranca Tacubaya será que el curso del río Tacubaya sea más limpio, que no tenga descargas crudas vertidas al río, a cielo abierto y que corran por todo su curso de manera más limpia.
Fotografía: Sedema