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Pasa el verano en la costa de Yucatán

Luego de largos meses, al fin llega el momento de despejarnos, estirar las piernas y expandir el espíritu, ¡claro!, respetando siempre las medidas sanitarias para cuidar nuestra salud

Ciudad de México, 12 de julio de 2021.— Las costas de Yucatán se caracterizan por sus aguas cristalinas color esmeralda, la blanca y fina arena, verdes paisajes, el andar de especies endémicas, actividades ecoturísticas y un sinfín de experiencias para reconectar con la naturaleza, la familia, los amigos, la pareja y con comunidades llenas de tradiciones.

Por lo que si tienes pensado viajar a la playa con la tranquilidad de que se implementan estrictas medidas sanitarias, te presentamos tres excelentes alternativas que incluyen fotografías dignas de una postal.

Vacacionar en Sisal es un privilegio, en especial si eres un amante del ecoturismo, la tranquilidad y la autenticidad.

Sisal conjuga diversos escenarios maravillosos: por un lado, la experiencia de estar en medio de dos reservas naturales que son santuario de vida salvaje, la de disfrutar de un mar apacible, el encanto de un pueblo pesquero, las construcciones que recuerdan sus épocas de gloria y los sabores de su cocina.

Pero pocos saben de los secretos ecoturísticos que guarda este lugar, por ejemplo, el arrecife de coral de un kilómetro de longitud, hogar de un sinnúmero de especies marinas que podrás apreciar con esnórquel o equipo de buceo. Otra experiencia imperdible es el cenote El Palmar. Llegar a él es toda una aventura, pues cambiarás de embarcación, irás de bordear la costa a atravesar la ciénaga, para finalmente conocer esa fantástica belleza natural.

Esta playa es también una gran opción para apreciar los flamencos en su hábitat natural. Los verás pasearse por los cielos durante el atardecer. ¡Nunca olvidarás ese espectáculo!, como tampoco olvidarás el avistamiento de cocodrilos en la laguna.

Este paseo se complementa con actividades de senderismo en bicicleta, recorridos en kayak, esnórquel en parques hundidos, bosques petrificados, hospitalidad, historia, paz, tranquilidad y serenidad.

Celestún tiene un ecosistema único debido a la combinación del agua dulce proveniente del río Celestún y el agua salada del Golfo de México.

Es una playa con pocas construcciones cuyo gran atractivo es el avistamiento de aves, donde se han identificado más de 400 especies migratorias. Entre las más populares se encuentra el flamenco rosa, pelicanos, garzas y gaviotas.

El manantial Baldiosera es uno de los lugares obligatorios en este recorrido. Para llegar a él atravesarás túneles naturales que se forman con las ramas del mangle y es uno de los ojos de agua dulce donde podrás nadar y refrescarte en sus aguas cristalinas.

También debes visitar el “Bosque Petrificado”, un lugar extraordinario decorado con grandes troncos grises, como vestigio de un enorme bosque que desapareció.

O bien, puedes optar por la playa El Cuyo, sin duda uno de los secretos mejor guardados de la península. La tranquilidad de sus playas vírgenes hace que sea uno de los lugares más tranquilos del Caribe y si eres de los que buscan desconectarse por completo de la vida urbana, este es el lugar ideal.

Al llegar, verás una combinación de casas de madera y construcciones típicas pintadas de colores vivos y cálidos, divisarás el faro de la ciudad que fue construido sobre los restos de antiguas ruinas mayas y, si tienes suerte de subir en él, podrás tener una vista panorámica del pueblo.

Aquí, los deportes acuáticos están a la orden del día y recientemente el kitesurfing ha tomado fuerza en el lugar por las condiciones climatológicas con las que cuenta, asimismo podrás encontrar paddleboarding y practicar kayak.

Prepárate para un verano en Yucatán, porque esta entidad reúne muchísimas opciones, con la ventaja extra de que, decidas lo que decidas, siempre tendrás a la mano una gran gastronomía, gente alegre y uno de los lugares más seguros y bioseguros de la República.

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