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Importaciones lácteas desplazan producción interna

Para los productores de leche mexicanos, el problema no es la apertura comercial, sino el incumplimiento de lo establecido en los acuerdos del bloque de países integrantes de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y Estados Unidos, ya que no se han cobrado los aranceles establecidos para los sobrecupos de productos lácteos procedentes de estas regiones.

Esto, lejos de generar ingresos para México y proteger al sector lácteo, afecta el nivel de competencia de los lecheros, ya que las importaciones los desplazan al ingresar a un precio ínfimo.

En entrevista para 2000Agro, el presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos Lecheros (ANGLAC), Ernesto Larrondo Montes, comentó que las importaciones han afectado la producción nacional y previó un estancamiento para este año, ya que el crecimiento esperado será mínimo. “Si la industria tiene acceso a productos de importación sumamente baratos y toma como referencia un precio de 2 pesos para pagar la leche al productor nacional, simplemente éste no podrá crecer, o en muchos casos ni siquiera subsistir”.

Los productores plantean que el precio se ubique en cuando menos 3 pesos por litro, ya que la leche importada ingresa a 2 pesos.

Para equilibrar el precio, consideró Larrondo Montes, se debe aplicar un arancel de 50 por ciento a la leche importada y no un “ridículo” 7 por ciento autorizado el año pasado por los legisladores, cuando está estipulado que los sobrecupos que rebasen las 50,000 toneladas se deben gravar con 70 por ciento en el caso del TLCAN y con 128 por ciento cuando las importaciones sean superiores a 80,000 toneladas libres, anotó.

Los precios de la leche en polvo este año se ubican por debajo de los 600 dólares en comparación con el año pasado, esto equivale a un costo de entre 1.30 y 1.40 pesos el litro de leche en polvo, si se agregan 50 centavos de grasa butírica o vegetal, más algún otro costo, prácticamente se tiene leche a 2 pesos. “Definitivamente nosotros no podemos producir leche a ese precio”, subrayó el titular de la ANGLAC.

El consumo nacional de leche en México se ubicó en 2001 en 14,200 millones de litros, de los que alrededor de 33 por ciento se cubre con importaciones. El año pasado se produjeron 9,500 millones de litros de leche fresca y se importaron entre leche en polvo y derivados, otros 4,700 millones de litros de leche.

Desde 1994, la tendencia en la importación de productos lácteos va al alza año con año, sobre todo en cuanto a quesos, yogures y preparaciones alimenticias. El queso es el producto que más ha aumentado, pasando de 35,380 toneladas importadas en 1994 a 66,181 toneladas en 2001, con un valor que pasó de 92 a 181 millones de dólares, respectivamente.

“La industria procesadora de lácteos ha crecido, en especial la producción destinada a los derivados, sin embargo, el gobierno paga a muy bajo precio, argumentando que requiere materia prima barata, ya sea nacional o de importación; esto ocasiona que los productos nacionales sean desplazados por productos terminados de importación, además que vienen con aranceles sumamente bajos o sin arancel”, señaló el presidente de la ANGLAC.

Estrategias del sector

Se discuten muchas medidas, entre ellas la del blindaje, pero la primera estrategia está en manos del gobierno y consiste en aplicar los aranceles pactados cuando haya sobrecupos, tanto en el tratado con la OMC como en el TLCAN con Estados Unidos.

Existen también muchas prácticas desleales de comercio denunciadas, porque no sólo se dejan de cobrar los aranceles indicados sino que muchos productos vienen con subsidios o ingresan a precios dumping. Por otra parte, los extensos apoyos a los productores de Estados Unidos ejercen una mayor presión sobre los precios de la leche de exportación, afectando los costos de producción y la caída de los precios internacionales.

“En comparación con los apoyos que reciben los productores en Estados Unidos, aquí se recibe quizá una décima parte o menos, además, no son generalizados. Los programas Alianza para el Campo y Procampo son muy limitados, no llegan a todo el sector agrícola y mucho menos al agropecuario. Las autoridades tendrán que brindar apoyos, si no las empresas cerrarán sus puertas como industriales y se dedicarán a importar productos ya elaborados. No podemos dejar que los ganaderos se vayan a la quiebra”, concluyó el presidente de la ANGLAC.

Para el próximo año, en el marco del TLCAN (dónde Canadá se incluyó), se desgravará el sector lácteo, con excepción de la leche en polvo.

De 1993 a 2001, el volumen de importaciones totales del sistema productivo lácteo en México fue de 36,721 millones de litros.

El yogur y otros lácteos manifiestan un crecimiento menor al pasar de 105,000 toneladas en 1994 a 120,000 en 2001; mientras que en ese mismo periodo las preparaciones alimenticias pasan de 7,500 a 44,000 toneladas lo que representa un crecimiento aproximado de 500 por ciento y un valor comercial que aumentó de los 23,500 millones de dólares en 1994 a los 184,000 millones de dólares en 2001.

En el país –estimó– hay alrededor de 150,000 productores, desde aquel que ordeña una vaca hasta quien tiene unidades de 3,000 o 4,000 vacas. De esos 150,000 unos 10,000 son los productores especializados. Existe mucha producción de tipo familiar, explotaciones sumamente chicas o poco tecnificadas.

“Entre los especializados, los únicos con capacidad de competir, son aquellos que están integrados en grupos como Lala, Alpura, Hylsa, Ganaderos Unidos de Juárez, La Concordia, etcétera, pero se habla de no más de 5,000 o 10,000 productores, todos los demás productores no tienen ninguna posibilidad de competir”, apuntó.

La leche en polvo, aunque con altibajos, se ha sostenido a niveles por encima de las 170,000 toneladas anuales de importación y proviene principalmente de Francia, Alemania, Suiza, Polonia y Nueva Zelanda (mayor exportador a escala mundial); desde luego, se importa una parte considerable de Estados Unidos y Argentina.

De enero a agosto de 2002, la importación de leche en polvo de algunos de estos países llega a un total de 89,700 toneladas, con una participación destacable de Nueva Zelanda con 28,132 toneladas, le siguen Canadá y Estados Unidos con 19,429 y 18,835 toneladas, respectivamente. Mientras que, a la misma fecha, la importación de preparaciones alimenticias a partir de leche fue de 31,786 toneladas, destacando Estados Unidos con más de 10,000 toneladas y Alemania con 2,700 toneladas.

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