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Concluyen restauración de 132 sitios históricos morelenses dañados el 19-S

Los inmuebles de importante valor histórico sufrieron daños de diferentes grados a causa del terremoto

Teorema Ambiental/Redacción

Ciudad de México, 22 de enero de 2020.— Tras el terremoto del 19 de septiembre de 2017, Morelos sufrió afectaciones en 259 inmuebles; de los cuales 132 ya han sido totalmente rehabilitados por personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

En el último cuatrimestre de 2019 se concluyeron los trabajos en 13 inmuebles: entre ellos capillas, iglesias y un santuario, siete de ellos localizados en los municipios de Ocuituco y Tepalcingo; además de los monumentos arqueológicos deteriorados en Chalcatzingo y Chimalacatlán, sitios ubicados respectivamente en Jantetelco y Tlaquiltenango.

En Ocotepec, del municipio de Cuernavaca, se finalizó la intervención de la capilla del Calvario, mientras que en Tetela de Volcán se entregó la capilla de San Miguel y San Juan Bautista en Yautepec, así como la iglesia de Santo Domingo, en Tlaltizapán.

Los inmuebles intervenidos a partir de septiembre del año pasado, contaron con recursos del seguro catastrófico contratado por el INAH y que entraron en categoría de afectación 2, es decir, moderada.

El arquitecto Fernando Duarte Soriano, coordinador de la Sección de Monumentos Históricos del Centro INAH Morelos, confirmó que la estructura de los muros, bóvedas, campanarios, cúpulas, contrafuertes y todos los elementos que fueron dañados, “están recuperados”.

Sin embargo, solicitó no usar los edificios al 100 por ciento: “Sobre todo los campanarios, hasta que los materiales se encuentren totalmente consolidados”, por lo que no se ha fijado la fecha de entrega para garantizar que estos espacios sean seguros para su reapertura al culto.

El especialista indicó que para las reparaciones se utilizaron materiales compatibles con el sistema constructivo original de estas edificaciones: el uso de la cal con arcillas y arenas, y restitución con mamposterías. Además que estas técnicas permitirán a las autoridades eclesiales y los parroquianos saber qué materiales utilizar en caso de nuevas reparaciones.

El mantenimiento a estos templos se debe realizar por lo menos una vez al año, en especial a las cubiertas. “Como parte de estas tareas también estamos retirando agregados como losas de concreto o estructuras metálicas y, en la medida de lo posible, recuperar la fisonomía con los materiales originales de fábrica”, agregó y adelantó que se espera que este año comiencen las reparaciones en los monumentos restantes.

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