Alrededor de 250 toneladas de desechos tóxicos almacenados hace más de 40 años en Venezuela se enviarán el mes próximo por mar a la ciudad alemana de Beibeshin, informó ayer la ministra del Ambiente del país suramericano, Jacqueline Faría.
Los desechos tóxicos se incinerarán y luego confinarán en minas profundas alemanas, en un proyecto en el que, según dijo Faría en una nota de prensa, Venezuela invirtió 40 millones de dólares.
“Los tambores de la muerte serán tambores de la vida cuando todo esto haya terminado con el último embarque, el cual se prevé salga en el mes de junio”, manifestó la ministra venezolana.
Con este traslado, agregó, “se da cumplimiento al Convenio Internacional de Basilea, que trata el Movimiento Transfronterizo de Desechos Peligrosos, al cual Venezuela está adscrita”.
“Estos productos tóxicos forman parte de una serie de grupos de agroquímicos importados en los años sesenta” como parte de un proyecto de reforma agraria que entonces no prosperó, y el material se almacenó “en forma temporal en varias regiones del país y durante más de 40 años permanecieron allí sin uso”, agregó.
En marzo del año pasado, el despacho de Faría informó de un primer envío a esa misma ciudad alemana de 260 toneladas de desechos. El director de Manejo de Residuos y Desechos del Ministerio de Ambiente, Vladimir Valera, dijo entonces que ése era el primer retiro de desechos almacenados “de manera inadecuada” por anteriores gobiernos venezolanos.
Agregó que el almacenamiento había ocasionado “un problema sanitario a las poblaciones de Camatagua, El Tucuyito y El Cenizo”, de los estados venezolanos de Aragua, Carabobo y Mérida, respectivamente.
Se trata de un total de más de mil toneladas “inventariadas, envasadas, caracterizadas y empaquetadas” bajo la supervisión de la Secretaria del Convenio de Basilea, agregó el funcionario, que destacó que los materiales no contaminantes se trasladaron hasta un relleno sanitario en territorio venezolano.
Fuente: El Dictamen
