Sostenibilidad

Pandemia impulsa uso de bolsas de plástico

Cada minuto se consumen cerca de 10 millones de bolsas de plástico en la Ciudad de México. Se estima que cada año las familias mexicanas consumen 650 bolsas de plástico

Ciudad de México, 21 de diciembre de 2021.— Las bolsas de plástico han acompañado a los mexicanos desde hace 50 años para transportar pequeñas cantidades de mercancía; tras la prohibiciónn de plásticos de un solo uso en la Ciudad de México a partir de enero de 2020, se esperaba su desaparición, sin embargo, de acuerdo con el informe de desechos sólidos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la crisis sanitaria por covid-19 impulsó su utilización pues antes de la pandemia cada mexicano, en promedio, utilizaba 150 bolsas de plástico al año, pero esta media ha incrementado y durante 2020, cada mexicano utilizó 180 de este tipo de artículos.

Las bolsas ofrecen ventajas como su funcionalidad, resistencia y permeabilidad, características que habían consolidado a las bolsas de plástico como un artículo indispensable, ya que tan solo en la Ciudad de México, hasta 2019, se utilizaban diez millones de bolsas cada minuto, de acuerdo con datos del gobierno capitalino.

A escala mundial se producen 500 mil millones de bolsas de plástico anuales. En Estados Unidos, una familia consume en promedio mil 500 bolsas de este material al año, mientras que en México se estima un consumo promedio de 650 bolsas en el mismo periodo, según la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Una de las desventajas de estos números es que las bolsas de plástico se degradan hasta en 400 años, además, durante ese periodo son tóxicas para el medio ambiente; la mayor parte de estas no se reutiliza ni se recicla y acaba en los basureros o en el mar, ante este panorama existen opciones alternativas al plástico que permiten dar paso a opciones amigables con la ecología.

De acuerdo con José Ignacio Parada, CEO de Bioelements y especialista en medio ambiente, el desarrollo tecnológico y la investigación han permitido alternativas al plástico que pueden biodegradarse en un periodo de entre seis y 20 meses. Este tipo de empaques ofrecen los beneficios del plástico, pero con la ventaja de que, al estar conformados por materiales naturales, pueden ser compostados, o incluso algunos como los productos Bioelements, consumidos por los microorganismos en cualquier ambiente, lo que contribuye a que el ciclo vital siga su curso.

Además, al no ser biotóxicos ni tóxicos por metales pesados, los embalajes Bioelements no liberan elementos químicos, ni afectan negativamente al medio ambiente, reduciendo así la huella de carbono.

Parada advierte que existen algunas bolsas que, aunque presumen ser amigables con el medio ambiente, no lo son ya que utilizan aditivos oxxo que microfragmentan el plástico, pero no disminuyen su masa por una actividad de biodegradación, es decir, se fragmentan, pero persisten durante siglos.

Las bolsas reciclables son aquellas fabricadas con materiales que pueden ser reutilizados, sin embargo, del universo de bolsas fabricadas, se calcula que solo el 6 por ciento es reciclado; de acuerdo con Greenpeace, el resto tiene como destino los vertederos y el mar o cuerpos de agua. La organización calcula que en el país hay entre 0.01 a 0.25 millones de toneladas métricas de plástico por cada kilómetro cuadrado que hay en el mar lo que es equivalente a tirar en los mantos acuíferos un camión repleto de basura cada minuto, por lo que es importante considerar que, aunque una bolsa presuma ser reciclable, ello no garantiza que su destino sea amigable con el ambiente.

Para la directora general de Atención a la Comunidad y académica del C3 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y especialista en sustentabilidad, Mireya Ímaz Gispert, la pandemia no debe ser un pretexto para regresar al uso de bolsas plásticas en entidades como la Ciudad de México teniendo en cuenta que ya se prohibió su uso. “No deberíamos regresar a utilizarlas, aun cuando la tentación es muy grande porque resultan muy cómodas y aislantes, pero volver a su uso sería perjudicial pues podríamos perder lo que hemos avanzado”, señala.

Ernesto Montalvo, country manager de Bioelements, asegura que para diferenciar las múltiples opciones de bolsas que existen en el mercado, los consumidores deben considerar las certificaciones con las que cuentan, en el caso de Bioelements alcanzó el grado de producto apto para el contacto con alimentos al contar con la certificación de la Administración de Medicamentos y Alimentos del Gobierno de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).

También en Estados Unidos, el Babson College lo calificó como el mejor emprendimiento de 2017, al resolver un problema de alcance global. En México alcanzó la certificación NMX-E-273-NYCE-2019, Norma Oficial Mexicana que garantiza la biodegradación, desintegración durante el composteo, que no tenga efectos negativos sobre el proceso de composteo ni sobre la calidad de la composta, incluyendo la presencia de altos niveles de metales regulados y otros componentes dañinos.

Recientemente, Bioelements fue reconocida por incentivar prácticas innovadoras que aportan a la competitividad con el premio “PwC Chile Innovación” como empresa emergente.

Fotografías: Cortesía Spread

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