Sostenibilidad

“La Olla Escolar”, un paradigma que debe seguirse en el efectivo interés de combatir el hambre: Alianza por la Salud Alimentaria (ASA)

La verdadera cruzada contra el hambre se enfocaría en el aumento sustentable de la producción y el desarrollo de mercados para productos locales en cada región y con ello se contribuiría al cuidado del medio ambiente

Milagros Díaz López

México, D.F.— En una conferencia de prensa realizada en el Gran Hotel de la Ciudad de México en días pasados, la bióloga Catarina Illsley Granich, del Grupo de Estudios Ambientales, AC (GEA), presentó un proyecto alternativo para la Cruzada Nacional contra el Hambre (CNCH) en el que ya se trabaja desde hace varios años y podría implementarse en todo el país.

“La Olla Escolar” es un programa de participación local que dio solución a los problemas de desnutrición en el municipio de Tenexatlajco, Guerrero. Con este proyecto se logró que la comunidad se organizara, conociera las propiedades de los productos alimenticios que se siembran en la localidad y los consumiera.

Cristina Illsley dijo que una verdadera cruzada contra el hambre debe buscar un aumento sustentable de la producción y el desarrollo de mercados para productos locales en cada región, con una perspectiva de garantizar la seguridad y la soberanía alimentaria, cuidando y mejorando las semillas en manos de los campesinos y con esto el necesario cuidado del medio ambiente.

Asimismo, en las escuelas se promovió que, con una baja cooperación económica, los estudiantes cocinaran los productos que iban a consumir a la hora del recreo, los vendieran a bajo precio y con lo recaudado hicieran las compras del siguiente día; esta labor se rola entre los estudiantes, de esta forma se elimina el consumo de productos chatarra dentro de las escuelas.

La bióloga, también miembro de la Alianza por la Salud Alimentaria (ASA), dijo que los mayores problemas son, por un lado, el proceso de desvalorización de los productos locales, por ejemplo: pensar que los quelites, los frijoles y otros alimentos locales “son comida de pobres”. Por el otro, que los productos procesados que se anuncian en los medios de comunicación, desde refrescos hasta sopas instantáneas, son una buena opción y reflejan prestigio. La alimentación no es cuestión de imagen.

En su intervención, Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, expuso la importancia de impartir talleres sobre nutrición para disminuir la mala alimentación en los niños y jóvenes en edad escolar.

Con el programa “La Olla Escolar” son múltiples los beneficios ya que los niños gastan menos en comida hecha por ellos mismos que en la compra de comida chatarra, ha disminuido el índice de obesidad infantil y de las enfermedades ocasionadas tanto por la desnutrición como por la obesidad, y con ello mejoraron las condiciones de estudio.

Los integrantes de ASA señalaron que a unos kilómetros de Tenexatlajco está el municipio de Mártir de Cuilapa incluido en la CNCH, donde existe un riesgo potencial con la intervención de las grandes empresas transnacionales que han establecido acuerdos con la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) para llevar alimentos y talleres de educación en nutrición a estas comunidades, ya que estas empresas (Pepsico y Nestlé) tienen responsabilidades en dos epidemias que enfrenta México: La diabetes y la obesidad.

Finalmente, tanto la bióloga Catarina Illsley como Alejandro Calvillo coincidieron en que la CNCH se reformule a partir de la asesoría científica de los investigadores mexicanos especialistas en salud y nutrición. Es necesario que se deje atrás el interés político, confirmaron.

Teorema Ambiental

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