Sostenibilidad

Evo Morales inaugura erradicación anual de cultivos ilegales de coca en Bolivia

Esta acción se hace respetando los derechos humanos de los campesinos y el medio ambiente para que el país cumpla “con los compromisos internacionales dentro el marco de la responsabilidad compartida en la lucha contra el narcotráfico”

El presidente de Bolivia, Evo Morales, inauguró las operaciones anuales de destrucción de cultivos ilegales de hoja de coca en su país, en el marco del programa nacional de lucha contra el narcotráfico.

En un acto en la localidad de Chimoré (centro), el Comando Estratégico Operacional, formado por agentes de las fuerzas armadas y la policía, comenzó oficialmente la erradicación y racionalización de cocales ilícitos, materia prima para la producción de la cocaína.

El mandatario destacó en su discurso que los uniformados de su país están mostrando “el trabajo efectivo en la lucha contra el narcotráfico”, tanto en la reducción de esos cultivos, como en el decomiso de las drogas.

Al mismo tiempo, subrayó que este trabajo se hace sin desconocer los valores de la hoja de coca, que en Bolivia tiene usos tradicionales, culturales, medicinales e industriales y con el aporte de los movimientos sociales para racionalizar los cultivos.

Morales reiteró, además, que no se permitirán nuevos arbustos de coca en parques nacionales y reservas forestales y expresó su seguridad de que la merma de los cocales tendrá este año resultados que serán valorados, una vez más, por la comunidad internacional.

El mandatario boliviano sigue siendo líder sindical de los productores de coca de la zona central del Chapare, aunque él ha sostenido alguna vez que se trata de un cargo simbólico.

El jefe del citado comando, el coronel Milton Navia, enfatizó en su discurso que la erradicación en Bolivia se hace respetando los derechos humanos de los campesinos y el medio ambiente para que el país cumpla “con los compromisos internacionales dentro el marco de la responsabilidad compartida en la lucha contra el narcotráfico”.

En 2013, el comando, que posee campamentos en el Chapare y en Los Yungas (oeste), destruyó 11 mil 407 hectáreas de la planta.

Según Navia, pese a que las operaciones de 2013 fueron cerradas oficialmente a mediados de diciembre, los agentes continuaron con la erradicación y, desde entonces, han destruido otras 110 hectáreas.

Datos difundidos en agosto del año pasado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), indicaron que en 2012 Bolivia tenía 25 mil 300 hectáreas de coca, más del doble de las 12 mil hectáreas permitidas por la ley boliviana antidroga.

La norma permite cultivar las 12 mil hectáreas para los usos legales como el “acullicu” o masticado de la coca que practican los campesinos, pero también para la producción de infusiones como el mate de coca, que ayuda a combatir los efectos de la altitud.

No obstante, según estudios financiados por la Unión Europea que el gobierno dio a conocer en noviembre pasado, todos los consumos lícitos de la planta en Bolivia requieren de 14 mil 705 hectáreas.

El gobierno se ha planteado destruir de forma neta más de tres mil hectáreas anuales para que en tres años el volumen total se acerque a las 14 mil hectáreas, meta que pone a los campesinos cocaleros en un dilema porque ellos, al contrario, pedían que el volumen definitivo de los cocales fuera de 20 mil hectáreas.

Bolivia, Colombia y Perú, son los principales productores de plantas de coca y de cocaína del mundo.

Con información de agencias

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