Con latas de aluminio recicladas se fabrican nuevos envases, motores, rines y hasta bicicletas, mientras que con empaques flexibles se fabrica mobiliario urbano, tuberías, macetas y tarimas
Teorema Ambiental/Redacción
Ciudad de México, 10 de julio de 2020.— ECOCE y sus asociados, así como la industria en general, durante 2019 recuperaron en México más de mil 612 millones de kilogramos de envases y embalajes de PET, PEAD, aluminio, polipropileno, empaques flexibles (PEBD y BOPP) y vidrio, lo que representa un incremento del 10 por ciento con respecto a la cantidad recuperada en 2018.
La correcta separación de los residuos para su reciclaje, no solo evita la contaminación al medio ambiente, además permite que los materiales se aprovechen para ser transformados en una gran variedad de productos, evitando la extracción de más recursos naturales y fomenta la generación de empleos verdes directos e indirectos.
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), cada mexicano produce en promedio 0.944 kilogramos de residuos por día. Al año, acumula 344.5 kilogramos y de ellos, 95.4 kilogramos corresponden a residuos reciclables.
En nuestro país, hoy es posible hacer economía circular para transformar un residuo de envase en otro nuevo totalmente limpio, o bien aprovechar los residuos para la fabricación de diversos productos.
El PET, por ejemplo, se transforma en nuevos envases, pero también en camisetas, cobijas, calzado, e incluso en caretas protectoras para evitar contagios de COVID-19.
Prácticamente todos los envases y empaques de alimentos y bebidas pueden ser aprovechados:
- Empaques flexibles de polietileno de baja densidad (PEBD) que, por ejemplo, podemos encontrar en las bolsas de pan.
- Empaques de polipropileno biorientado (BOPP) como los empleados para las botanas y galletas, se pueden convertir en mobiliario urbano, tarimas, perfiles para ventanas, madera plástica y macetas.
- El polietileno de alta densidad (PEAD), un polímero termoplástico del que están hechos muchos envases plásticos rígidos de leche, yogures o detergentes líquidos, puede reciclarse para la fabricación de nuevas botellas, contenedores de basura, señales de tránsito y piezas industriales.
- El aluminio se aprovecha para nuevos envases de lata, motores y rines de automóvil, diversas piezas industriales e incluso bicicletas.
- El cartón multilaminado como con el que se elaboran muchos envases de leche y jugos, se aprovecha para la elaboración de fibras para cartón y papel, así como para paneles de la industria de la construcción (polialuminio).
- La hojalata es útil para la fabricación no solo de nuevas latas, sino también para todos los artículos derivados de la fundición de acero.
Estos son claros ejemplos de que la industria del reciclaje en nuestro país trabaja para aprovechar y usar al máximo los recursos y disminuir la cantidad de residuos.
Los esfuerzos de la industria están enfocados en dar el paso a una economía circular, en la cual además de reusar, reducir y reciclar, agrega dos términos: rediseñar y repensar lo que hacemos con nuestros residuos.
“La economía circular consiste en aprovechar los materiales de residuos tantas veces como podamos, para disminuir la extracción de recursos naturales que son finitos y mantener limpio nuestro entorno, evitando generar residuos. Está en nuestras manos su correcta disposición para que puedan ser aprovechados”, comentó el ingeniero Jorge Treviño, director general de Ecología y Compromiso Empresarial (ECOCE), asociación civil ambiental sin fines de lucro.
Para mejorar los procesos de reciclaje en México, este año, ECOCE y sus asociados implementaron la campaña de comunicación “2020: Educar para Reciclar”, que promueve la educación ambiental y el reciclaje en México, con la frase “el futuro es hoy, no mañana”.