Legislación Ambiental

Semarnat prohibió 19 solicitudes para sembrar algodón transgénico

Su objetivo es priorizar la preservación de la diversidad genética de la planta original y sus parientes silvestres ante la presencia de organismos transgenes

Teorema Ambiental/Redacción

Ciudad de México, 3 de junio de 2020.— La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) informó que en 2019 emitió 19 dictámenes negativos que solicitaban autorización para cultivar algodón genéticamente modificado, con base en el artículo 66 de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (LBOGM).

En un comunicado, la dependencia federal informó que estos veredictos se realizaron luego de la determinación de los riesgos por la liberación al ambiente de los cultivos de algodón transgénico, conforme a los artículos 15 y 66 de la LBOGM, y al incumplimiento de la consulta indígena que señala el artículo 108 de la LBOGM.

Sin embargo, esta decisión no suspende la producción de algodón transgénico en México, pues actualmente los promoventes cuentan con 22 permisos de liberación en etapa comercial, conforme a la LBOGM, en una superficie de más de 1.5 millones de hectáreas con permisos en fase comercial.

Estas autorizaciones fueron otorgadas en la administración anterior y están vigentes. “Otra consideración es que en las zonas en donde se siembra algodón GM se reporta baja incidencia de insectos y otras especies, en las cuales han surgido plagas secundarias, para las cuales el algodón GM no tiene efecto, y han obligado a frecuentes aplicaciones de insecticidas”, agrega el documento.

En lo que respecta a la consulta indígena de las 19 solicitudes, el 66 por ciento de la siembra de algodón genéticamente modificado se lleva a cabo en Chihuahua, Baja California, Coahuila, Durango, Tamaulipas y Sonora, que tienen presencia indígena en la vecindad de las siembras.

Por ello, la Suprema Corte de Justicia de la Nación aplicó el mismo criterio que el que se usó para prohibir el cultivo de soya transgénica.

“En 1996 se dio inicio a la siembra de algodón genéticamente modificado, bajo la promesa de contar con cultivos de resistencia a plagas y tolerantes a herbicidas. Después de 24 años de siembra es necesario considerar los resultados de investigaciones, financiadas por el mismo gobierno, las cuales han reportado trazas de transgenes en poblaciones silvestres de algodón”, plantea la Semarnat.

“La existencia de transgenes en poblaciones silvestres de algodón pone en riesgo la estructura genética de G. hirsutum y de sus parientes silvestres, en momentos en que la conservación del reservorio genético es crucial ante retos como el cambio climático. La dispersión de transgenes es una evidencia de que no se cumplieron las medidas de bioseguridad ni la vigilancia en el monitoreo establecido”, agrega.

También destaca que al cultivar este tipo de semillas, hay una fuerte dependencia del uso de un paquete biotecnológico que incluye el uso de glifosato y otros herbicidas, que son considerados peligrosos para la salud y que contaminan el ambiente como el glufosinato de amonio.

Por todo ello, la Semarnat consideró necesario evaluar la pertinencia de los cultivos transgénicos para proteger el reservorio genético de nuestro país.

“En un escenario de crisis ambiental no podemos seguir poniendo en riesgo especies que nos brindan maravillosos servicios y productos, como la planta de algodón. Como país megadiverso, tenemos una gran responsabilidad en la conservación de nuestras especies para que puedan ser aprovechadas por las generaciones futuras. La diversidad genética encontrada en los parientes silvestres y en las variedades nativas forma parte de nuestra identidad biocultural”, finaliza el documento.

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