Legislación Ambiental

Programas ambientales priorizan diversidad natural y cultural: Semarnat

Para diseñar esta estrategia se ha considerado la gran heterogeneidad del país, tanto cultural como territorial y ambiental, con una población de 126 millones de ciudadanos

Teorema Ambiental/Redacción

Ciudad de México, 27 de julio de 2020.— Por la enorme diversidad ecosistémica de México y el reto que implica conservarla, la relación de los seres humanos con la naturaleza tiene que cambiar, este cambio exige una planeación con el fin de garantizar una recuperación del medio ambiente que considere las características de cada rincón del país. Este fue el tema del foro virtual: Diálogos Ambientales de la Fiesta del Bosque, con el tema “Planeación del Sector Ambiental”.

César Rodríguez Ortega, director general de Planeación y Política Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), destacó que para diseñar esta estrategia se ha considerado la gran heterogeneidad del país, tanto cultural como territorial y ambiental, con una población de 126 millones de ciudadanos que hablan más de 60 idiomas, además del español, y que habitan los territorios más megadiversos.

Además de tales características, el 18 por ciento del producto interno bruto (PIB) se concentra en el sureste del país, donde habita el 23 por ciento de la población y cuenta con el 67 por ciento de la disponibilidad de agua, lo que contrasta con el norte y centro del territorio en donde se asienta el 77 por ciento de los habitantes que generan el 82 por ciento del PIB, pero solo tienen acceso al 33 por ciento del líquido.

Por ello, el Programa Sectorial de Medio Ambiente y Recursos Naturales retoma los grandes problemas públicos que afectan al país en materia de agua, biodiversidad, crecimiento desmedido de ciudades, generación y uso de energía, mares y costas, minería, agricultura, e incluye derechos humanos y medio ambiente.

Al respecto, Jorge David Fernández Medina, coordinador general de Planeación e Información de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), expuso que ante estos retos, el Programa Nacional Forestal se elaboró a partir de un proceso participativo que incluyó la visión de 23 instancias de la administración pública federal, para asegurar la transversalidad que garantice un bienestar íntegro.

Expuso que se trata de un programa del gobierno federal, para atender a este sector con la participación de otras secretarías, como la del Bienestar, Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Economía, Turismo (Sectur), Comunicaciones y Transportes (SCT) y Defensa Nacional (Sedena), además de instituciones y organismos como la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), entre otros.

De esta manera se armonizan las acciones para atender de forma articulada las necesidades de las 10.9 millones de personas que habitan en las 137 millones de hectáreas forestales del país, de las cuales 3.4 millones son integrantes de pueblos originarios y residen, paradójicamente, en regiones abundantes en vida vegetal pero sufren una mayor marginación.

A su vez, Ricardo Martínez Lagunes, gerente de Planeación Hídrica de la Conagua, subrayó que al igual que en los dos casos anteriores, el Programa Nacional Hídrico es resultado de un proceso de consulta que inició con el Plan Nacional de Desarrollo.

Lo anterior permitió la definición de cinco objetivos para garantizar el uso sostenible del agua, garantizar los derechos humanos de acceso a este recurso, a vivir en un ambiente sano y a la seguridad hídrica, con lo cual se contribuye al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.

Advirtió que de esta manera se busca atender grandes problemas públicos como el acceso a los servicios de agua potable y saneamiento, ya que solo el 58 por ciento de la población cuenta con este recurso entubado y un sistema de saneamiento básico, así como revertir la pérdida del vital líquido, ya que solo se aprovecha el 40 por ciento, mientras que el 60 por ciento restante se pierde en los sistemas o no se factura.

Además, se pretende reducir la vulnerabilidad de la población ante inundaciones y sequías, preservar la integridad del ciclo del agua para garantizar los servicios hidrológicos y mejorar las condiciones de gobernanza del recurso para fortalecer la toma de decisiones y combatir la corrupción.

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