Contaminación

Urge el PNUMA a controlar emisión de gases que generan el cambio climático

En la región de América Latina y el Caribe el panorama ambiental es de «luces y sombras», pues a pesar del incremento de la superficie bajo protección especial no existen recursos suficientes para reforzar la tarea y la sustentabilidad no está incluida en las políticas públicas de los países de la región. Además, si las naciones desarrolladas mantienen su incontrolada emisión de gases que generan el cambio climático, los desastres naturales persistirán.

Previo al lanzamiento del Informe regional sobre los objetivos de desarrollo del Milenio en México, el director regional del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Ricardo Sánchez, consideró que es importante que los bienes y servicios ambientales se usen en los países en desarrollo como elemento en la lucha contra la pobreza, la generación de empleo y para lograr la equidad entre los sectores económicos, debido a que esta zona es la más desigual del planeta.

Sánchez precisó que también debe garantizarse a las futuras generaciones la posibilidad de resolver sus necesidades. «Hay dos puntos básicos que son responsabilidad de los países desarrollados. Uno es que si no se logra la estabilidad en la emisión de gases de efecto invernadero, este mundo será sometido a impactos del cambio climático global y los países en desarrollo seremos los más afectados, porque no contamos con medios, tecnología ni recursos para producir una adecuada adaptación a estos cambios».

El segundo aspecto, añadió, es que el compromiso ocho de los Objetivos del Milenio establece que «debe fomentarse una asociación mundial para el desarrollo, que habla de fomentar un sistema comercial y financiero abierto, basado en normas previsibles y no discriminatorias». Esto, precisó, no ocurre en los países industrializados, que aún establecen protecciones en actividades productivas.

«Tenemos el deber de garantizar la sostenibilidad ambiental, revirtiendo la pérdida de los recursos naturales y garantizando la introducción del tema en las políticas públicas», sostuvo. Dijo que el informe regional revela que hay áreas donde los indicadores aparentemente no pueden alcanzarse. «Los temas más graves que tenemos en la región son la pobreza y la inequidad. Y si examinamos las tendencias en la degradación ambiental, observamos que las generaciones actuales consumen el capital natural de manera irracional, lo cual no permitirá a futuras generaciones disponer de él”.

«Se está comprometiendo la sostenibilidad; están encaminando la región a un escenario de gran inequidad entre los sectores sociales y, además, las generaciones futuras no tendrán recursos naturales para solventar sus necesidades: es un serio problema en la gestión en América Latina.

«En el área ambiental vemos que la tendencia es que los gobiernos no toman en cuenta los principios de desarrollo sostenible en sus políticas y programas nacionales. Las políticas no tienen incluida adecuadamente la dimensión ambiental. Es un punto álgido: cuando se promulga una ley cañera, por ejemplo, ésta debe tener un capítulo ambiental.»

Agregó que el manejo de aguas residuales es de sólo 10 o 15 por ciento, en tanto que únicamente 23 por ciento de la basura se maneja adecuadamente. «A ello se suma que hay deforestación, no sólo en los bosques y selvas, sino también en zonas de manglar, y han sido dañados los arrecifes coralinos». Por último, señaló que es poco probable que se cumpla con la dotación de agua potable y saneamiento, previstas en las Metas del Milenio.

Fuente: La Jornada

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