Contaminación

Separación de residuos peligrosos y reuso de materiales

Dentro de las nuevas tendencias mundiales, referentes a la gestión de residuos industriales peligrosos y a la política globalización, la separación o segregación de residuos como desarrollo de recursos económicos, la mayoría de las naciones deben de poseer la habilidad de integrarse a otras, que ya están llevando al cabo este nuevo tipo de comercio, en donde el intercambio de tecnologías y metodologías de tratabilidad de residuos peligrosos para disponer de forma definitiva de los residuos, está entrando en una fase de rechazo, debido a múltiples factores interactuantes.

Por un lado, en Europa, las tendencias de separación o segregación de residuos industriales peligrosos, ya empleadas desde hace tiempo con miras a aprovechar mejor los recursos no renovables, han generado un mercado de recuperación de materiales útiles de tal magnitud, que se impulsó el desarrollo de empresas, estatales y privadas, encargadas de reciclar una gran diversidad y cantidad de residuos industriales, peligrosos o no peligrosos.

Ahí se realiza la extracción y posterior separación de los metales pesados, que están contenidos en los lodos, que fueron generados por el tratamiento fisicoquímico de los efluentes industriales de distintas empresas manufactureras, como es el caso de la industria del galvanizado, metales que son lixiviados de los lodos, de donde se recuperan los metales para realizar la transformación de nueva cuenta en las sales inorgánicas, y posterior puesta en venta de estas sales inorgánicas de los distintos metales recuperados, logrando la separación de insumos de difícil adquisición.

Residuos para ser reusados

Debido a la normatividad ambiental vigente, la segregación de residuos industriales peligrosos no se observa como la forma de tener un residuo más o menos aceptable de ser reciclado, o por qué no, de ser reusado, por otros sectores industriales, como materia prima en de procesos industriales similares.

Con esta maniobra se impulsa la separación de los residuos industriales peligrosos, de que éstos pudieran ser enviados a empresas que los reciclaran de una forma más rápida, eficiente y con mejores resultados en comparación con los actuales; que los componentes recuperados puedan de nueva cuenta ser integrados al mercado de consumo; o de que entre los distintos generadores de residuos industriales, al tenerlos separados y clasificados, puedan intercambiarlos con los generados por otros procesos industriales, con la finalidad de ser reusados en otras operaciones unitarias, es decir, que serían empleados como materias primas más o menos buenas para ciertas líneas de producción.

Si tratamos de analizar de forma detallada qué sector industrial realiza la maniobra de segregación de residuos industriales peligrosos previo a su envío a disposición final, sólo lo considerará en relación directa para evitar reacciones no deseadas y al ahorro en volumen enviado a disposición final, todo con la finalidad de ahorrar en este rubro, mas no para darle en un futuro próximo un valor agregado al residuo.

No obstante lo anterior, en la actualidad nuestra infraestructura industrial que ofrece los servicios de tratamiento y reciclado de residuos industriales peligrosos, sólo está encargada de darles el mejor tratamiento de pasivación, neutralización o, lo que es más usual, el de adecuarlos para que sean enviados a sitios autorizados de disposición final (hornos cementeros o confinamiento controlado).

A pesar de que en el área de recuperación de solventes y de aceites agotados, existen varias empresas que trabajan en este sentido, la realidad es que la mayoría de las veces el reciclado de residuos consiste en la limpieza de los solventes agotados por procesos de destilación y de los aceites se reciclan como fuente de poder calórico, es decir, se emplean como combustibles alternos, que si bien no significa que esté mal, esta situación dista mucho de lo que en países desarrollados significa la segregación y reciclado de residuos industriales peligrosos.

Por lo anterior y debido a que al generador no se le enseña la importancia de la segregación o separación y clasificación de los residuos, no simple y llanamente por lo que menciona la normatividad ambiental, sino porque de esta separación se van a obtener residuos industriales más fáciles de reciclar, la mayoría de los industriales no le da el tratamiento debido al agua gastada en un proceso industrial, y para su recuperación es mezclada por el generador con otros residuos líquidos (aceites, solventes, glicoles, tintas, etcétera) lo cual da como resultado un residuo cuyas propiedades fisicoquímicas dificultan su reciclado, lo que hace que la opción más viable de tratamiento sea enviarlos a disposición final, lo cual genera un gasto extra que el propio industrial no está dispuesto a pagar.

La actividad de segregación de los residuos peligrosos de los no peligrosos, fue el inicio de una revolución en el manejo de lo que antes se denominaba como basura, situación que dio inicio a un nuevo tipo de empresas que ahora están dedicadas a reciclar plásticos, papel o metales varios.

Esta situación creó nuevos empleos, directos e indirectos, y por consecuencia generó otro tipo de ingresos al erario, junto con los beneficios sociales inherentes a esta actividad; una buena gestión de residuos industriales debe favorecer su reciclaje, así como la utilización de materiales recuperados como fuente de energía o de materias primas, a fin de contribuir a la conservación, preservación y uso racional de los recursos naturales.

Nuevas ideas y relaciones

Por ello, de manera conjunta, gobierno y distintos sectores industriales y sociales, deben crear una nueva idea en manejo de residuos industriales –residuos que se generan dentro de los procesos productivos del país y que dejan una derrama económica considerable a la planta industrial– con la finalidad de obtener materiales reutilizables dentro del mismo proceso o en otros procesos industriales, imponiendo un ahorro al país por el nuevo manejo que se le daría a este tipo de residuos.

México deberá crear las industrias que generen los ingresos económicos tan necesarios dada la situación financiera actual tan apremiante; formación de nuevas industrias, creación de empleos productivos directos e indirectos y de forma paralela de un ahorro en la operación de las industrias, se tendría un ahorro en este gasto fijo, ya que habría de nuevo productos que llegarían al mercado de consumo como materiales reciclados.

Estados Unidos, que de forma reciente ha dado importancia la desviación de residuos, es un claro ejemplo. Sin embargo, si en México lleváramos a cabo lo anterior, sin prepararnos debidamente, podríamos tener serios problemas, como la falta de educación del generador, la carencia de iniciativas de ley y las pocas empresas existentes y autorizadas, que aunque tratan de recuperar los componentes de un residuo para otorgarle un valor agregado, encuentran dificultades ya que no pueden alcanzar este objetivo porque los productos de desecho son mezclados entre sí, lo que da como resultado un producto con propiedades físicas y químicas distintas.

En nuestro país se presentan de forma conjunta varios problemas, primero el generador no está acostumbrado a separar los residuos y mucho menos a clasificarlos para recuperar algo de ellos; tampoco existe la normatividad adecuada, pues en México, en todo lo relacionado a residuos industriales, es decir, desde la generación, manejo, tratamiento y disposición final, no se cuenta con la norma respectiva, es decir, no existe regulación conforme a derecho y no se parte de la confianza técnica y de educación a futuro, tal y como ocurre en otros países con el generador o industrial.

A simple vista diríamos que México ha tenido progresos en esta área, donde apoyados por la originalidad de nuestra gente trabajadora y de los técnicos mexicanos, se podría promover primero la segregación de los residuos industriales peligrosos, para que puedan ser estos reciclados y que de forma conjunta, tanto gobierno como industriales, inculcaran a la planta productiva y a los encargados de manejar y controlar el registro de los residuos generados, a que los segregue desde el momento de su generación, clasificándolos por generación, por tipo y por contenido de componentes, que de tal suerte se tendría un inventario de lo que podría ser reusable y lo que podría ser reciclado. Con ello se crearía un mercado novedoso de comercio, donde la recuperación de residuos no sería vista como una actividad más industrial, sino como la actividad que podría generar empleos a corto y mediano plazos. F

Sin pasos firmes

éxico, como país inserto dentro de la economía internacional y dentro de esta nueva tendencia llamada de segregación o separación de residuos como fuente de ingresos y ahorros económicos sustanciales, no ha dado pasos reales para incorporarse internacionalmente dentro del área de reciclado y reuso de residuos industriales peligrosos, tal y como lo vienen realizando las demás naciones, en especial las europeas.

Lo que inició México en el siglo pasado y continúa llevando a cabo, es la creación y aplicación de normas ambientales destinadas a controlar su disposición final, usando para tal fin el empleo de hornos cementeros o confinamientos controlados.

Sin embargo, no impulsa de manera oportuna, el desarrollo de empresas dedicadas, primero, a promover la separación o segregación de los residuos industriales y, segundo, a la creación de empresas que se especialicen en el reciclado de cierto tipo o tipos de residuos, o promover que los generadores de estos desechos, al estar segregados entre sí, puedan realizar el intercambio de residuos industriales como una práctica de reuso de los mismos, tal y como sucede en Europa.

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