ridades ambientales tanto del gobierno del Distrito Federal como las federales, presentaron el Programa para Mejorar la Calidad del Aire de la Zona Metropolitana del Valle de México 2002-2010. Como un esfuerzo de Teorema para apoyar y fortalecer la educación ambiental entre nuestros lectores, a continuación mostramos un cuadro sobre los principales contaminantes del aire y sus efectos en la salud.
El aire que respiramos está compuesto por los siguientes gases:
• Gas – Símbolo – Porcentaje
• Nitrógeno – N2 – 78.08
• Oxígeno – O2 – 20.95
• Dióxido de carbono – CO2 – 0.03
• Gases raro – * – 0.94
• Los gases raros son helio (He), neón (Ne), argón (Ar), kriptón (Kr), Xenón (Xe) y radón (Ra). Además, la atmósfera contiene cantidades mínimas de metano, polvo, polen, cenizas volcánicas y vapor de agua.
Es importante anotar que el ozono (O3) es un contaminante común del aire de las ciudades.
Sin embargo, casi nunca es producido directamente por alguna fuente de contaminación, sino por una reacción fotoquímica. Es una combinación de hidrocarburos con óxidos de nitrógeno, efectuada en presencia de luz solar intensa.
La lluvia ácida es toda agua de lluvia con valores de pH inferiores a los de la lluvia normal (5.0 a 5.6). El pH es una escala que va de 0 a 14 y nos indica qué tan ácida o alcalina es una sustancia. Una disminución en el valor de pH significa un aumento de la acidez, pero en forma logarítmica. Como ejemplo tenemos que un pH igual a 4.0 es 10 veces más ácido que un pH igual a 5.0 y 100 veces más ácido que un pH de 6.0 y así sucesivamente.
El Valle de México es una región muy sensible a la contaminación atmosférica debido a sus condiciones topográficas, climatológicas y de ubicación geográfica, ya que se encuentra a 2,240 metros sobre el nivel del mar y se distingue por ser una zona rodeada de forma natural por grandes cadenas montañosas, las cuales impiden el flujo de los vientos que podrían dispersar los contaminantes.
Es decir, el problema de la contaminación se acentúa en la capital del país debido a que se encuentra en una especie de «olla» donde los vientos no se mueven con facilidad. Este factor favorece las inversiones térmicas, pues por la altura de las montañas, el sol tarda más tiempo en calentar el suelo.
Por otro lado, la circulación de los vientos en la zona metropolitana de la ciudad de México es muy difícil, lo que provoca que los contaminantes producidos por las fuentes de contaminación permanezcan largo tiempo.
