Contaminación

Depolución de desechos, la problemática actual

La palabra depolución se refiere al tratamiento de desechos. Es decir, a todos los desechos, sin hacer una diferencia especial. Así, este término abarca a los residuos en general.

De manera particular, los residuos de producción o desechos industriales se pueden definir como materiales que ya no son deseados en un momento dado y en un lugar determinado. Así, lo más apropiado es eliminar estas materias que ya no son requeridas.

En el pasado, los materiales eran depositados en algún sitio apartado. Los primeros pasos hacia una depolución controlada surgieron a partir de un servicio de recolección organizado, es decir, organizaciones privadas o gubernamentales que se encargaron de la recolección, transportación y disposición final.

Conforme la civilización y la industrialización crecieron, aumentó la cantidad de basura producida por cada hombre. Además los desechos se volvieron cada vez más complejos a causa de la tecnología y el uso de materiales innovados.

La escasez evidente de las materias primas y de la energía, así como el reconocimiento de los problemas causados por los desechos (contaminación de suelo, agua y aire), guiaron a una reflexión sistemática sobre el significado de «desechos» y de su tratamiento.

De estos razonamientos surgieron nuevos conceptos, y de éstos, nuevas tecnologías, las cuales, en parte, se aplicaron en distintos países o están por ser aplicadas.

La filosofía general se concentró entonces en la idea de usar los materiales tantas y cuantas veces fuera posible, ya sea en su calidad original o después de que han sido transformados; y posibilitar al final de la cadena su almacenamiento, ahorrando espacio y dañando lo mínimo posible el medio ambiente.

Los desechos que actualmente se reciclan son:

• Vidrio: Recipientes enteros que cumplen con la norma, son lavados y reutilizados. Pedazos de vidrio son recolectados por colores y fundidos para elaborar recipientes nuevos.

• Metales: Se utilizan como suplementos o se vuelven a fundir (aluminio, fierro, etc.) directamente.

• Papel: Son depurados y reutilizados en la elaboración de papel o cartón.

• Aceites y disolventes: Son purificados y reutilizados.

• Materias plásticas: Se vuelven a preparar como granulado.

• Desechos orgánicos: Se destinan para composta.

Esta lista podría incrementarse, según el aumento de innovaciones tecnológicas.

Lo anterior deja claro que estos tratamientos no sólo requieren de tecnología específica, sino también deben ser clasificados y transportados en vehículos especializados.

A pesar de esto, en la recolección tradicional se ha mezclado todo tipo de desechos (domésticos, industriales y comerciales), sin considerar su procedencia y su composición. Una clasificación posterior requiere de mucho tiempo y es costosa. Por lo tanto, hoy en día se aplican vías específicas para los desechos de vidrio, metal, composta (orgánicos) y desechos en general.

Para los desechos industriales y comerciales peligrosos existen vías específicas de tratamiento, en el cual, como última etapa, se utiliza la incineración y contenedores o recipientes de almacenamiento para una disposición final específica.

Depolución central y descentralizada

Es preciso que determinados tratamientos se realicen en centros de procesos afines, es decir, que la tecnología sea aplicable al tipo de material. En este aspecto surge un problema en cuanto a la calidad del tratamiento y de su reutilización. En la actualidad, la tendencia es buscar solamente la depolución centralizada, aun para los desechos industriales, y esto tiene sentido en todos los casos en los cuales se requiere de una tecnología costosa y especializada (instalación y técnica [know how]), como son los centros de producción de vidrio, plástico, etcétera. Pero también es indispensable reexaminar a fondo si sigue siendo recomendable una depolución (o tratamiento de desechos) centralizada.

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