El problema mayor está en el gran volumen de medicamentos que caducan en los estantes de farmacias
Ciudad de México.— En los próximos días arrancará finalmente la instalación de contenedores en las farmacias de la capital del país y el Estado de México para que la gente pueda desechar sus medicamentos caducos y no tirarlos a la basura, lo cual resulta peligroso porque a final de cuentas son desechos tóxicos y contaminantes.
Esto como parte de un acuerdo al que llegaron finalmente los fabricantes, distribuidores y farmacias —que forman la cadena productiva del medicamento—, después de un año de negociaciones.
La Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) informó que ha instado a que dichos contenedores sean instalados tanto en farmacias como en tiendas de autoservicio a fin de que la población tenga una alternativa viable para deshacerse de sus viejas medicinas, en lugar de ser tiradas a la basura de donde, está comprobado, se recolectan para revenderlas en los santuarios ilegales como si fueran fármacos nuevos.
El problema mayor está en el gran volumen de medicamentos que caducan en los estantes de farmacias, y que los laboratorios productores se negaban a recibirlos de regreso y asumir las pérdidas por no haberlos vendido. Ahora, el compromiso es aumentar la recolección y la destrucción de los mismos en hornos especializados de gestión ambiental.
“El problema de los medicamentos caducos, que hoy encaramos industria y gobierno constituyendo un frente común en contra de la ilegalidad, es un fenómeno global y constituye un riesgo sanitario y ambiental, ya que son considerados residuos peligrosos por la Semarnat”, señaló Cofepris.
El titular del organismo regulador sanitario, Mikel Arriola, destacó la relevancia de que todos los actores de la industria farmacéutica se hayan puesto de acuerdo para frenar esta problemática social. Como resultado de dicho acuerdo, la industria presentó los “Lineamientos para la reducción del riesgo sanitario de medicamentos caducos en el mercado mexicano”.
La Cofepris, dijo, no sólo fomenta acuerdos entre la industria sino que persigue con firmeza a través de operativos el comercio ilegal de medicamentos.
En los dos últimos años, informó, se han asegurado cerca de 100 toneladas de fármacos que se vendían irregularmente en tianguis, supuestas farmacias y bodegas, de las cuales 23.3 por ciento resultaron caducos durante 2011.
El comisionado Arriola señaló que en una acción de corresponsabilidad, los fabricantes de medicamentos se comprometieron por escrito a recibir devoluciones de productos caducos de los distribuidores y a destruirlos conforme a la normatividad.
A su vez, los distribuidores se comprometieron a recibir en tiempo y forma las medicinas caducas prevenientes de las farmacias y a remitirlas a los laboratorios.
Fuente: El Economista
