Colorido como el arco iris
y venerado cual dios.
Despuntas tus alas
al destellar la madrugada
y te posas en una rama
mirando ingrávido la fija
e inmensa montaña.
Alzas tu turquesa cresta
y lanzas tu penetrante mirada
entre los árboles y las fieras
del bosque de niebla.
Colorido como el cielo
del atardecer y la mañana
lanzas tu altiva mirada
al progreso de ésta
sociedad humana
Que ha hecho a tu especie
recuerdo y estadística
de la cultura que dice
que todo civiliza.
La Doñita, 2010