Ciencia y tecnología

Hallan espermatozoides fosilizados más antiguos hasta ahora en Birmania

Estaban dentro de una hembra que fue fecundada antes de quedar atrapada en una pieza de ámbar. Son considerados gigantes porque medían hasta cuatro veces más que el macho progenitor

Teorema Ambiental/Redacción

Berlín, Alemania, 25 de septiembre de 2020.— Un equipo de paleontólogos descubrió un pedazo de ámbar con restos fósiles de esperma de un minúsculo crustáceo que tendrían 100 millones de años y son los más antiguos encontrados hasta ahora.

La investigación, dirigida por un investigador de la Academia de Ciencias China, fue publicada en la revista Journal of Royal Society, hasta el momento los espermatozoides fosilizados más antiguos hallados por los científicos tenían 17 millones de años.

El animal es un ostrácodo denominado por los científicos Myanmarcypris hui, especie que mide menos de un milímetro y que existe desde hace 500 millones de años y actualmente habita océanos, lagos y ríos.

Durante el periodo Cretácico, que comenzó hace 145 millones de años, estos ostrácodos vivían probablemente en las costas de la actual Birmania, donde se vieron atrapados en un cúmulo de resina de árbol. Ahí fue encontrada esta pieza de ámbar, que fue entregada en 2017 al doctor Wang para que pudiera estudiarla.

Estos espermatozoides fosilizados se hallaron dentro de un ejemplar hembra que fue fecundada antes de quedar atrapada en el ámbar. Además, son considerados gigantes porque podían medir cuatro veces más que el macho progenitor.

En escala, estos espermatozoides medirían 7.30 metros en un hombre de 1.70 metros, es decir, hace falta mucha energía para producirlos, explicó Renate Matzke-Karasz, de la Universidad Ludwig-Maximilians de Munich.

El hallazgo confirmó que los espermatozoides gigantes ya existían desde hace 100 millones de años, luego de un descubrimiento hecho en 2009, de órganos genitales de gran tamaño en estos crustáceos.

Mientras que en el planeta, todos los machos, el hombre incluido, producen decenas de millones de espermatozoides minúsculos. Este ostrácodo favorece la calidad de sus espermatozoides por encima de la cantidad. Esto es una prueba de la buena forma física de estos machos y de una condición privilegiada de las hembras para recibirlos.

“No olvidemos que numerosos ostrácodos pueden reproducirse sin macho. La reproducción sexual con espermatozoides gigantes debe tener ventajas sobre la reproducción asexual”, opinó la investigadora y agregó: “la reproducción con espermatozoides gigantes no es una extravagancia de la evolución en vías de extinción, sino una ventaja importante a largo plazo para la supervivencia de la especie.”

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