Ciencia y tecnología

Estudio muestra que inmunidad por COVID-19 no tiene efecto a largo plazo

El estudio comprobó que la mayoría de las personas infectadas produjeron anticuerpos de coronavirus, concretamente la IgG y la IgM

Teorema Ambiental/Redacción

Pekín, China, 23 de junio de 2020.— Varios científicos chinos y estadounidenses aseguran que los anticuerpos que desarrolla el cuerpo humano contra el COVID-19 solo vivirían entre dos o tres meses, por lo que la inmunidad contra el patógeno podría no tener efecto a largo plazo. Dicho estudio fue publicado en la Universidad de Medicina de Chongqing, ubicada al suroeste de China.

En dicha investigación se revisó que en la mayoría de las personas analizadas, contagiadas de COVID-19, la cantidad de anticuerpos disminuyó significativamente dos o tres meses después de la infección. Esto afectaría la efectividad de la posible vacuna contra este mal, la cual todavía se encuentra en fase de desarrollo en diversos países.

El estudio, titulado “Evaluación clínica e inmunológica de infecciones asintomáticas por SARS-CoV-2” y publicado en la revista científica Nature, comparó los resultados de la detección de anticuerpos en sangre de pacientes asintomáticos y de casos confirmados con síntomas, incluyendo 37 infecciones asintomáticas ocurridas en la provincia de Wanzhou.

El estudio comprobó que la mayoría de las personas infectadas produjeron anticuerpos de coronavirus, concretamente la IgG y la IgM. Este último es el primer anticuerpo que produce el cuerpo para este virus.

Mientras que el IgG aparece más tarde, es el que más abunda en el organismo y tiene un mayor periodo de vida. Su función es proteger contra las infecciones bacterianas y víricas, pero tarda tiempo en surgir, después de una infección.

En un periodo de entre tres y cuatro semanas después de la infección, en su fase aguda, el grupo de pacientes asintomáticos tenía una tasa del 62.2 por ciento de IgM y una tasa de IgG del 81.1 por ciento, respectivamente. Mientras que en el grupo con síntomas la IgM era del 78.4 por ciento y la IgG del 83.8 por ciento.

El estudio concluyó que las infecciones asintomáticas muestran niveles de anticuerpos más bajos que los casos confirmados, aunque son similares en ambos grupos. Sin embargo, en la gran mayoría de las personas infectadas hubo una disminución significativa dos o tres meses después de la infección.

Los niveles de anticuerpos IgG en el 93.3 por ciento del grupo asintomático y en el 96.8 por ciento del grupo sintomático comenzaron a disminuir unas ocho semanas después de haber recibido el alta médica.

Eleanor Riley, profesora de inmunología de la Universidad de Edimburgo (Escocia), explicó que en personas asintomáticas y ligeramente infectadas, su respuesta inmune es más débil que la de otros pacientes.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha concluido que no hay evidencia que pruebe que los anticuerpos producidos tras la infección por coronavirus puedan proteger al cuerpo de una segunda infección.

Danny Altmann, profesor de inmunología en el Imperial College of Technology, dijo que aunque la muestra es pequeña, es consistente para concluir que: “La inmunidad del nuevo coronavirus producida naturalmente por la población puede ser muy corta.”

Akiko Iwasaki, inmunólogo de la Universidad de Yale, resaltó que el principio de las vacunas es permitir que se produzcan anticuerpos neutralizantes para defenderse contra el virus y que, si los anticuerpos producidos por infecciones naturales son débiles y a corto plazo, la vacuna necesita ser “más fuerte” que el virus, lo que causaría dificultades en su desarrollo.

Finalmente, en un estudio previo con 23 mil trabajadores sanitarios de los hospitales de Wuhan, China, los expertos estimaban que al menos un cuarto de los mismos estaban infectados de coronavirus, pero solo un 4 por ciento de este universo había desarrollado anticuerpos.

Suscríbete al Boletín

PAÍSES QUE NOS ESTÁN VIENDO