Durante 30 años, México ha trabajado en alternativas de refrigeración sostenibles que no afecten la atmósfera y mitiguen el cambio climático
Teorema Ambiental/Redacción
Ciudad de México, 22 de junio de 2020.— Como preámbulo de la conmemoración por el Día Mundial de la Refrigeración, el próximo 26 de junio, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) organizó la Semana de la Refrigeración, cuyo objetivo es destacar los beneficios del confort, la alimentación y climatización que ofrece este ramo de la economía, presente en la cotidianeidad de las personas.
Por ello, se presentará una serie de charlas de capacitación e información técnica con el sector de la refrigeración y aire acondicionado, y finalizará con dos conferencias en línea que podrán ser vistas a través de la página de Facebook de la Semarnat, con las siguientes temáticas:
- “Mujeres que trabajan por la sostenibilidad ambiental: el caso de la refrigeración”, que se proyectará a las 11:00 horas del jueves 25 de junio, y
- “Avanzando a una refrigeración amigable con el medio ambiente”, el viernes 26 de junio, a la misma hora.
Esta es la segunda ocasión en que México participa en una iniciativa con otros 153 países, promovida por organizaciones como la Sociedad Estadounidense de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado (ASHRAE, por sus siglas en inglés), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Secretariado de Ozono del PNUMA y el Secretariado del Día Mundial de la Refrigeración.
En estas charlas se hablará de la contribución histórica que el sector de la refrigeración y aire acondicionado brinda a la sociedad, y se resaltará su decisivo papel durante la emergencia sanitaria del COVID-19, ya que gracias a los sistemas de cadena de frío, se ha podido abastecer a las comunidades humanas de alimentos y medicinas.
Además, estos cinco días servirán como marco para reconocer la activa participación de México para el cumplimiento de los compromisos nacionales con el Protocolo de Montreal desde el año 1990, al incorporar cada vez más esquemas de refrigeración amigables con el medio ambiente que protegen la capa de ozono y contribuyen a mitigar el cambio climático.
