Científicos coinciden que es casi imposible salvar a todas las especies
Actualmente el cambio climático perturba el balance de varios ecosistemas. Asimismo, el aumento del nivel de los mares representa una gran amenaza para tres de estas zonas: las islas del Caribe, Filipinas y Sondalandia, en el océano Índico, y, dependiendo de cuánto ascienda el nivel del mar, la pérdida del hábitat afectará hasta a 300 especies endémicas.
Los expertos en medio ambiente coinciden en un panorama triste: la humanidad no podrá salvar a todas las especies.
Ante este desolador pronóstico, la recomendación y quizá la opción económicamente más viable, es poner en marcha una estrategia que conduzca a salvar la mayor cantidad de biodiversidad posible en el planeta, poniendo especial énfasis en lugares en lo que hay una variedad especialmente grande de especies: los llamados hotspots de biodiversidad.
Primero se debe definir qué es un hotspot de biodiversidad, por eso es importante tener en cuenta dos criterios que convierten a un lugar en uno de ellos. Los más importantes son su gran riqueza de especies y la gran amenaza para la región.
No obstante, aunque hay muchos lugares en los que viven y crecen numerosas especies, para ser clasificado como una de estas zonas, un lugar debe albergar mas de 0.5% (es decir, mil 500) de las especies vegetales vasculares del mundo en calidad de “endémicas”, o sea, aquellas que son características de una región cuando crecen de forma natural sólo en ese sitio, en lugar de ser introducidas de forma artificial por el hombre.
El otro aspecto que debe considerarse es que sólo un lugar que esté altamente amenazado puede ser designado como hotspot, lo que significa que debe haber perdido ya al menos 70% de su superficie. De hecho, todos estas regiones juntas equivalían antes a 15.7% de la superficie de la Tierra. No obstante, en la actualidad dicha cifra se ha reducido a 2.3%, publicó el servicio de radiodifusión internacional Deutsche Welle.
Por otra parte, los animales no se tienen en cuenta a la hora de designar a estos puntos. Sin embargo, en la década de 1990, el número de mamíferos, aves, reptiles y anfibios se tenía en consideración por los expertos como un “criterio de referencia”.
De igual manera, los insectos no se investigaban por separado, dado que los investigadores asumieron que su población estaría estrechamente relacionada con la abundancia de plantas, lo que da como resultado que actualmente sólo 35 lugares del mundo cumplan con los requisitos señalados, y son por tanto considerados como hotspots de biodiversidad.
Esta lista fue compilada por científicos de la organización no gubernamental Conservation International (CI), que en 1999 publicó una primera edición con una lista de 25 hotspots, y una segunda edición con la lista actual en 2005. Aparte de CI, otras organizaciones medioambientales realizaron listas con una intención similar.
No obstante sus criterios no se unifican para calificar las mismas. Así, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) habla de “200 Regiones Ecológicas Globales”, mientras que Birdlife International creó un mapa con 218 áreas de aves endémicas.
El término de “hotspot de biodiversidad” se usa sobre todo para referirse a los hotspots definidos por Conservación Internacional.
Con información de SinEmbargo
Teorema Ambiental