Cambio climático

Incendios acelerarán la tasa de extinción de especies en Australia

Se cree que animales menos visibles, como ranas, insectos, invertebrados y reptiles, también han sido gravemente afectados

Teorema Ambiental/Redacción

Glenmore Park, Australia, 13 de enero de 2020.— Desgarradoras imágenes de koalas con el pelaje chamuscado, zarigüeyas con patas quemadas y canguros carbonizados han dado la vuelta al mundo y se convirtieron en la muestra de la tragedia ambiental que enfrenta Australia como efecto del cambio climático.

Pero esto no es lo peor, se cree que animales menos visibles, como ranas, insectos, invertebrados y reptiles, también han sido gravemente afectados y que los animales que sobrevivan también deben luchar por mantenerse en vida.

“Muchos de los animales mueren después del incendio por falta de alimento y refugio” o son devorados por otros animales, explicó Mathew Crowther, profesor de la Universidad de Sídney. “Muchos han tenido que ser sacrificados, otros fueron salvados, y pocos han regresado al hábitat natural restante”, agregó.

Antes de esta crisis, Australia ya tenía la tasa de extinción de mamíferos más alta del mundo, por lo que se teme que después del fuego haya extinciones localizadas.

Las poblaciones (de canguros) generalmente tratan de agruparse. Cuando regresan, obviamente, el césped ya no es verde, el follaje ya no está allí, los arbustos han desaparecido, los árboles se quemaron, pero un tercio de la isla Canguro, un paraíso para los animales frente a las costas de Australia meridional, ha sido arrasado y puede que algunas especies endémicas hayan desaparecido.

Se estima que la mitad de la única población de koalas de Australia “libre de infecciones”, que vivía en la isla Canguro, está muerta o gravemente herida y de este grupo depende el futuro de la especie, pues el resto está infectada.

Mientras que el ratón marsupial de la isla, considerado una de las diez especies más amenazadas del país, ahora está en peligro de extinción.

El profesor de la Universidad de Sídney, Chris Dickman, considera que los cálculos oficiales que establecen la muerte de mil millones de animales son “muy conservadores”. Agregó que Australia es un ejemplo de los impactos que el cambio climático podría generar en otras partes del mundo.

Por ello, después de los incendios varias especies deberán ser protegidas para evitar su extinción. Además, los bosques quemados tardarán décadas en recuperarse y los expertos calculan que se necesitará una inversión considerable para restaurar los hábitats y dar a animales una nueva oportunidad de sobrevivir.

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