Cambio climático

Hay temor por lograr un “mal acuerdo” para la COP25

Las grandes empresas que financian este tipo de eventos y a la par controlan los llamados mercados internacionales de emisiones de CO2 son a su vez las que generan más residuos

Teorema Ambiental/Redacción

Madrid, España, 9 de diciembre de 2019.— El tema de la “nueva economía verde” y los polémicos bonos carbono que se cotizan al mejor postor en el mercado internacional son dos de los puntos más conflictivos de cara a lo que fue el último día de discusión de la Conferencia de las Partes para el Cambio Climático (COP25), que se celebra hasta el 13 de diciembre en la capital española.

Este viernes fue el último día de actividades de una semana de sesiones a puerta cerrada en la que representantes de naciones de todo el mundo buscaron consensos para acelerar el combate al cambio climático, los cuales serán debatidos y firmados en el transcurso de estos siguientes cinco días.

Sin embargo, desde el inicio de la Cumbre, hace una semana, varias organizaciones no gubernamentales y observadores denunciaron “presiones” y “maniobras perversas” por parte de las potencias más contaminantes del mundo —entre ellas EEUU, China y Rusia— para firmar “un mal acuerdo” con acuerdos “cosméticos” y “sin contenido” para frenar el calentamiento climático en 1.5 grados centígrados hacia finales de este siglo.

El consenso en la comunidad científica es casi absoluto; de hecho recientemente más de 11 mil expertos de todo el mundo respaldaron un artículo publicado en la revista Bioscience en el que se alertaba de que el cambio climático provocará estragos y un sufrimiento extremo si se supera esta cifra.

También los representantes de las comunidades indígenas presentes en el foro coincidieron en su llamada de alerta ante la devastación de sus territorios y el control cada vez más violento y represor que se ejerce sobre ellos en pos de la explotación de los recursos naturales.

Pero también cuestionaron a la “economía verde” donde las grandes empresas que financian este tipo de eventos y a la par controlan los llamados mercados internacionales de emisiones de dióxido de carbono (CO2) son a su vez las que generan más residuos y consumen más recursos en el planeta.

En Madrid las patrocinadoras fueron la constructora Iberdrola, Acciona, Endesa y las principales entidades financieras las que a su vez buscan influir en su favor las decisiones que se adoptarán de forma multilateral en esta edición, la última previa a la entrada en funciones de los estatutos alcanzados en la Cumbre de París de 2015, por los 196 países representados que trabajan estos días.

También este viernes los grupos inconformes se manifestaron contra con las medidas alcanzadas, entre ellos observadores, representantes de la sociedad civil y activistas de diferentes sectores como jóvenes, pueblos indígenas y la sueca Greta Thunberg.

La plataforma “Friends of Earth International” alertó sobre las maniobras de las grandes economías del mundo para perpetrar un “mal acuerdo” que garantice que las empresas más contaminantes y más poderosas del sector sigan enriqueciéndose en el mercado de emisiones de carbono, algo a lo que la comunidad científica y los activistas se han opuesto con firmeza para evitar que terminen bajo el control de las grandes empresas, pues debilitarían los planes nacionales de regulación y control de la contaminación.

Como prueba, presentaron el informe: “Los mercados de emisiones de carbono en la COP25 de Madrid: Una amenaza para los pueblos, la política y el planeta”, donde advierten los peligros de llegar a un “mal acuerdo” respecto al artículo 6 del Acuerdo del Clima de París. Este tema es uno de los principales que se discute en la actual COP.

Los activistas denuncian que cada vez hay mayor presión de los negociadores de los países más desarrollados para dejar a un lado este artículo 6.8, para buscar avanzar en materia de mercados de emisiones de carbono, para evitar la posibilidad de que los derechos de emisión no vendidos (CER) puedan ser usados por los países para cumplir sus metas del Acuerdo de París, lo que permitiría que los actuales compromisos nacionales del Acuerdo se “diluirían aún más”.

“Esto”, denunciaron, “daría a los gobiernos amparo para seguir contaminando y abriría las puertas a una mayor influencia empresarial en la política climática nacional a la hora de ejecutar actividades de compensación de emisiones.”

Se estima que para 2030 el costo global anual de reparar los daños causados por el cambio climático costarán 300 mil millones de dólares, es decir, mil 200 millones de dólares anuales para 2060. El informe demuestra que poner fin a los subsidios estatales para los combustibles fósiles y un impuesto progresivo sobre la industria del petróleo y el gas permitiría recaudar los miles de millones necesarios para adaptarse y reparar los efectos nocivos del calentamiento global.

A su vez, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre que el calentamiento global podría triplicar el volumen de población expuesta a inundaciones, hasta los 300 millones de personas. Finalmente, los daños del cambio climático a otra especie crucial para la biodiversidad y la producción de alimentos, las lombrices, se están agravando. Esto provocaría un impacto en cascada en todos los ecosistemas terrestres y que el daño para la salud pulmonar por el aire contaminado sea similar al consumo diario de un paquete de cigarros.

La participación mexicana
La delegación mexicana que participa en las negociaciones está conformada por el gobierno federal, gobiernos estatales y locales, organizaciones sociales, académicas y del sector privado.

El gobierno de México está representado por las secretarías de Relaciones Exteriores (SRE), de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) que están a cargo de las negociaciones oficiales, además de otros organismos de la administración pública federal como Sader, Sener, Semar, SHCP y el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).

También participan gobiernos subnacionales y miembros del Congreso mexicano, atendiendo reuniones sobre temas específicos.

La subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE, Martha Delgado, encabeza la delegación mexicana. México reafirma su compromiso con el avance de la agenda multilateral en el combate al cambio climático, con un enfoque intergeneracional de justicia social y ambiental, con pleno respeto a los derechos humanos y en cumplimiento de los objetivos de la agenda 2030.

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