- El informe “Situación de los bosques del mundo 2024” destaca la innovación como clave para nuevos enfoques de gestión
2000Agro/Redacción
El cambio climático está aumentando la vulnerabilidad de los bosques del mundo a factores de estrés como incendios y plagas, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) que subraya la importancia de la innovación para lograr un futuro sostenible en el sector forestal.
El informe, titulado “Situación de los bosques del mundo 2024: Innovaciones en el sector forestal hacia un futuro más sostenible”, fue presentado durante la 27 sesión del Comité Forestal (Cofo) que se celebra en la sede de la FAO en Roma. El Cofo es el máximo órgano rector de la FAO en materia forestal, encargado de identificar las nuevas cuestiones políticas y técnicas, buscar soluciones y asesorar a la FAO sobre medidas adecuadas en la materia. El tema de la reunión de este año es: “Acelerar las soluciones forestales a través de la innovación”.
El informe señala que existen pruebas que sugieren que el cambio climático está haciendo que los bosques sean más vulnerables a factores de estrés como los incendios forestales y las plagas.
La intensidad y frecuencia de los incendios forestales están aumentando, incluso en áreas previamente no afectadas, y los incendios en 2023 liberaron aproximadamente 6687 megatoneladas de dióxido de carbono a escala mundial. Anteriormente, los incendios boreales eran responsables de alrededor del 10 por ciento de las emisiones globales de dióxido de carbono. En 2021, estos incendios alcanzaron un nuevo máximo, principalmente impulsados por una sequía prolongada que aumentó la severidad del fuego y el consumo de combustible, y representaron casi una cuarta parte de las emisiones totales de incendios forestales.
El cambio climático también hace que los bosques sean más vulnerables a las especies invasoras, con insectos, plagas y enfermedades patógenas que amenazan el crecimiento y la supervivencia de los árboles. El nematodo de la madera del pino ya ha causado importantes daños a los pinares autóctonos en algunos países de Asia, y se prevé que algunas zonas de Norteamérica sufran daños devastadores debido a insectos y enfermedades de aquí a 2027.
La producción mundial de madera, en tanto, se mantiene en niveles récord. Tras un breve descenso durante la pandemia de covid-19, la producción ha vuelto a situarse en torno a los cuatro mil millones de metros cúbicos anuales.
Casi seis mil millones de personas utilizan productos forestales no madereros, y el 70 por ciento de los más pobres del mundo dependen de las especies silvestres para obtener alimentos, medicinas, energía, ingresos y otros fines. Las previsiones indican que la demanda mundial de madera en rollo podría aumentar hasta un 49 por ciento entre 2020 y 2050.
Frente a estos desafíos, el informe sostiene que la innovación en el sector forestal es un factor crucial para avanzar hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
“La FAO reconoce que la ciencia y la innovación son ingredientes cruciales para alcanzar soluciones basadas en los bosques”, escribió el director general de la FAO, Qu Dongyu, en el prólogo del informe. “Esta edición de Sofo informará el trabajo de la FAO para ampliar la innovación basada en la evidencia en la silvicultura. Creo que también apoyará a los miembros de la FAO y a otras partes interesadas para permitir una innovación responsable, inclusiva y esencial en el sector forestal para fortalecer la sostenibilidad y la resiliencia de los sistemas agroalimentarios para un mundo mejor y un mejor futuro para todos.”
América Latina y el Caribe
En la región, el documento destaca que las innovaciones están ayudando a utilizar los bosques de manera sostenible y a crear cadenas de valor verdes. Entre ellas se incluye el aprovechamiento de tecnologías digitales para mejorar la eficiencia del seguimiento de la madera y promover cadenas de suministro sostenibles en Guatemala; y la mejora de la conectividad a lo largo de las cadenas de suministro de madera para reducir el desperdicio y aumentar la viabilidad de la gestión forestal sostenible en Brasil, Guyana, Panamá y Perú.
También indica que el Fondo Verde para el Clima fue la primera fuente de pagos basados en resultados de la REDD+ en el marco de un programa piloto de 500 millones de dólares, que aprobó resultados de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador y Paraguay (además de Indonesia). Entre las innovaciones relacionadas se incluyen el establecimiento de mercados del carbono para la compra y venta de créditos de carbono de proyectos y programas de REDD+; mecanismos de financiación como los bonos verdes; y la participación del sector privado por medio de asociaciones e inversiones empresariales, entre otros.
Fotografía: FAO