Autoridades de Guerrero y de la Comisión Federal de Electricidad, CFE, se reunirán este martes con ejidatarios de Cacahuatepec en la cabecera municipal de San Marcos para discutir si se aprueba la construcción de la hidroeléctrica La Parota, informó el secretario general de Gobierno, Armando Chavarría. Mientras, el Frente Sindical Campesino Indígena Social y Popular consideró que la junta será ilegal, por realizarse fuera del municipio de Acapulco -al que pertenece Cacahuatepec-, y no según los usos y costumbres de la comunidad.
En conferencia de prensa en Chilpancingo, Chavarría justificó que policías del estado y de Acapulco sean enviados a resguardar el encuentro en San Marcos, con el argumento de que la administración que encabeza el gobernador Zeferino Torreblanca «quiere hacer su esfuerzo para que la asamblea se lleve a cabo de manera pacífica, y no puede permitir que se violen los derechos de nadie en la asamblea».
El funcionario sostuvo que intentó convencer a los opositores a la hidroeléctrica a que acepten la planta en su comunidad; inclusive «el viernes pasado convoqué a las partes a una reunión, pero sólo fueron los comuneros de Cacahuatepec que apoyan el proyecto». Añadió que Torreblanca considera que si la mayoría de los comuneros rechaza la hidroeléctrica en la asamblea, «ya no le moverá».
Mientras, en Acapulco, organizaciones adheridas al Frente Sindical Campesino Indígena Social y Popular, que apoyan a opositores a La Parota, pidieron a Torreblanca que se retome el proceso de negociación entre las partes involucradas en el conflicto generado por la presa, cambiar de negociadores y así «evitar un baño de sangre» en Cacahuatepec.
Rosa Elena Zamacona, una dirigente del frente, consideró que la asamblea del martes «será ilegal, porque debe realizarse según los usos y costumbres, y darse garantías para que no se presione el voto, además de evitar que haya autoridades del gobierno en la asamblea».
Fuente: La Jornada