Cambio climático

Activistas solicitan que COP25 esté a la altura de la urgencia

O bien las grandes compañías de carbón, petróleo y gas natural ganan con su versión del negacionismo climático, o bien avanzamos hacia un futuro de energía limpia que nos sirva a todos y todas

Teorema Ambiental/Redacción

Madrid, España, 3 de diciembre de 2019.— Mientras delegados procedentes de todo el mundo asisten a las negociaciones del clima de la COP25, el grupo activista global por el clima 350.org llamó a los países participantes que tomen en serio el fin de la financiación y la producción de combustibles fósiles, y hagan justicia a las comunidades en las primeras líneas de batalla del cambio climático.

Apenas la semana pasada se publicaron tres informes sobre las crecientes emisiones de carbono y su impacto en la temperatura global. Estos documentos muestran de manera descarnada el terrible estado del colapso climático y sus impactos en todo el mundo, y la necesidad urgente de abandonar los combustibles fósiles.

Este ha sido un año histórico en el que hemos presenciado cómo millones de personas en todo el mundo salieron a las calles para tomar parte en las movilizaciones por el clima. Es imposible que los gobiernos sigan ignorando a personas de diversos ámbitos quienes les exigen que se acelere la transición justa a un 100 por ciento de energías libres y renovables, lamentó la organización en un comunicado.

Además, indicaron que estarán presentes en la Cumbre para recordar a los gobiernos que las vidas, el sustento, los hogares y los futuros de esas personas están en juego, “y para amplificar las voces de las comunidades de América Latina y el mundo que luchan por la justicia climática”.

May Boeve, directora ejecutiva de 350.org, afirmó: “Este es un momento crucial para las iniciativas globales contra el cambio climático. O bien las grandes compañías de carbón, petróleo y gas natural ganan con su versión del negacionismo climático, o bien avanzamos hacia un futuro de energía limpia que nos sirva a todos y todas”, advirtió.

“Esperamos que los gobiernos que acuden a estas negociaciones estén a la altura de la urgencia moral en la que vivimos, y que lo hagan con planes claros para: cortar toda financiación pública y privada a los combustibles fósiles, prohibir nuevas exploraciones de combustibles fósiles y poner en marcha una transición justa para las comunidades cuya energía o empleos actualmente dependen de los combustibles fósiles.”

Agregó que la única manera de que este proceso tenga éxito es reconocer que, tal y como dicta la ciencia, es hora de que la discusión sobre los combustibles fósiles sea el primer punto del orden del día. Es hora de que los gobiernos se sitúen en el lado correcto de la historia.

“Esta es la COP en la que los países deben tomarse en serio el acabar con la producción de combustibles fósiles. Los países ricos deben liderar en la prohibición de nuevos proyectos, dar fin a la producción existente y eliminar los subsidios a la industria, y financiar a los países en desarrollo para que enfrenten los impactos de la emergencia climática hacia un 100 por ciento de energías libres y renovables”, añadió.

“Todos estos esfuerzos se verían facilitados al expulsar de la COP a todos los lobbistas de la industria de los combustibles fósiles; ellos están allí únicamente para bloquear el progreso, y el mundo necesita avanzar desesperadamente”, finalizó.

Por su parte, Nicole Oliveira, directora de 350.org en América Latina, señaló que: “La COP25 será especialmente importante para las comunidades de América Latina, porque nuestra necesidad urgente de hacer que los contaminadores paguen por sus impactos finalmente se está volviendo parte de las conversaciones más comunes sobre el clima.

“Es hora de que las empresas de carbón, petróleo y gas compensen por el daño que han causado durante décadas en nuestro continente, y de que los países ricos, que históricamente son los mayores emisores de gases de efecto invernadero, financien la transición hacia una economía basada en las necesidades de las personas.”

Finalmente, la representante regional de la organización indicó que la desigualdad, la falta de respeto por los derechos humanos y el racismo tienen raíces profundas en esta crisis climática, y son estos mismos factores los que han estado avivando las protestas y estallidos en muchas partes de América Latina.

“Las personas en la región están exigiendo con firmeza una sociedad mucho más justa, y si los gobiernos de verdad están dispuestos a escuchar, tendrán que actuar en consecuencia, también en la COP25, y poner manos a la obra para anteponer las necesidades de las personas a la codicia de los contaminadores de siempre”, concluyó.

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