Biodiversidad Especies

El delfín en amenaza

009¿Un delfín extinto?

Declaran “extinto” al delfín chino

El delfín de lago chino es “probablemente el cetáceo más amenazado del mundo”.

La expedición que buscaba señas del delfín de río chino termina su misión sin rastros del animal.

Una expedición internacional que emprendió la búsqueda del delfín de río Amarillo (Yangtze) informó que la extinción del cetáceo es inminente.

El animal pertenece a una rara especie de delfín de agua dulce conocida localmente como baiji.

“Infortunadamente, creemos que el baiji está funcionalmente extinto. No vimos a ningún animal en el río. Exploramos tres mil 500 kilómetros río arriba entre Yichang y Shanghai. No vimos ningún baiji. Eso no quiere decir que no quede ninguno, pero al menos no los vimos. Y si había quizá quedan uno, dos o tres en el río. No creemos que tengan posibilidad de sobrevivir”, dijo el suizo August Pfluger, director ejecutivo de la fundación baiji.org, que estuvo a cargo de la búsqueda.

La expedición que buscaba al baiji la conformaron 30 científicos de Japón, China, Suiza y Estados Unidos, quienes contaban con dos barcos para realizar la labor.

Declive

El baiji es un delfín blanco, casi ciego, similar a otras especies de agua dulce que habitan en los ríos Mekong, Indo, Ganges y Amazonas.

La pesca excesiva y el intenso tráfico fluvial, cuyos motores interfieren con el sistema de sonar que usa el delfín para moverse y ubicar su alimento, son algunos de los factores que influyeron en su merma.

En un comunicado, la expedición indicó que a pesar de que el río Amarillo está contaminado, las muestras de agua que se analizaron no presentaron altas concentraciones de sustancias tóxicas.

A finales de la década de 1970, se creía que en el río sobrevivían varios cientos de delfines, pero en 1997 un estudio registró apenas 13 avistamientos.

La última vez que se vio a un baiji fue en 2004, mientras que el último ejemplar en cautiverio falleció en 2002.

El gobierno chino había dispuesto un plan para crear una reserva en un lago de la provincia de Hubei para llevar allí a los delfines que se capturaran, pero no se encontró ninguno. (Fuente: BBC Mundo)

Delfinoterapia

Los delfines, son animales que pueden ayudar a personas, tanto con trastornos físicos como emocionales, de diversas maneras, ya que el delfín emite ondas ultrasónicas de distintos tipos, que circulan por todo el cuerpo de la persona tratada, y que operan beneficiosamente sobre el sistema nervioso.

La delfinoterapia puede ser aplicada en bebés desde los cinco a seis meses, no existiendo límites máximos de edad. Los pacientes están vigilados constantemente por el personal especializado, y además los animales empleados en estas terapias son dóciles, bien amaestrados y acostumbrados al contacto con personas.

Los delfines más utilizados son los de la especie tursciops truncatus, conocidos coloquialmente como “nariz de botella”.

Los especialistas en delfinoterapia, explican que las ondas ultrasónicas que emiten estos amistosos animales, generan endorfinas y otras sustancias que ayudan a mejorar la conexión entre las neuronas, y además incentivan el funcionamiento de ambos hemisferios cerebrales. Los cambios neurológicos y neuroquímicos que se generan se traducen en diversos beneficios físicos, emocionales e intelectuales, tales como mejoras en el sistema inmunológico, mejoras en la coordinación motora, en el estado de ánimo, el contacto social, y en el lenguaje.

Uno de los fenómenos más estudiados con relación a las terapias con delfines, es su potencial didáctico, especialmente en el aprendizaje de niños con síndrome de Down, habiéndose observado que los pequeños con esta condición, que han interactuado con delfines, han aprendido de dos a diez veces más rápido que aquellos que no lo hacían, y que en 50 por ciento de los casos, podían retener tales lecciones incluso un año después de la terapia.

El tratamiento con delfinoterapia, es aplicable también a individuos con padecimientos del sistema nervioso, casos de cáncer, problemas mentales, e impedimentos motores ya sean congénitos o adquiridos.

En las sesiones de tratamiento, el delfín se deja tocar, y además hace contactos con distintas zonas del cuerpo de la persona, como la columna, manos, plantas de los pies, transmitiéndole de esta manera ondas ultrasónicas alfa, beta y theta. Las sesiones en el agua pueden durar de 15 a 20 minutos, por lo general complementadas con otras actividades como ejercicios cognoscitivos, masajes, o cualquier otra actividad que el terapeuta considere conveniente, según el caso.

Al cabo del tratamiento, cuyo número de sesiones indicará el terapeuta, se hace el balance de resultados obtenidos, que determinará si se necesita repetir el tratamiento ya que el efecto de los estímulos obtenidos, dura varios meses después de completado el proceso.

Sea por cuestiones de salud, o por conocer esta experiencia, sin lugar a dudas, un contacto de esta naturaleza con estos maravillosos animales, será un disfrute inolvidable.

Fuente: www.animales.cl

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