En México, la mayoría de los organismos operadores de agua presentan deficiencias por carencias en la cobertura y la calidad de los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento. La eficiencia física y comercial es muy baja y el cobro y la actualización de las tarifas de agua aún se determinan por criterios políticos.
Según un estudio elaborado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) que dio como resultado el Programa para la Modernización de los Prestadores del Servicio de Agua y Saneamiento (Promagua), los cuadros directivos de dichos organismos tienen una rotación menor a dos años en promedio, por lo que no hay continuidad en la gestión y la planeación a largo plazo.
Se estima que la eficiencia llega únicamente a 30 por ciento en los organismos operadores que atienden a más de 50 mil habitantes. Esto implica que de cada mil litros producidos, sólo se reciben ingresos por 300 litros. Aunque la cobertura actual de agua potable llega a 87.8 por ciento, aún quedan 12 millones de habitantes sin servicio.
El proceso de alcantarillado alcanza un cobertura de 76.2 por ciento, pero 24 millones de habitantes todavía carecen de este servicio, y en saneamiento, la situación es verdaderamente caótica: la cobertura actual es de sólo 26.3 por ciento. Esto significa que existen 147 metros cúbicos por segundo de aguas residuales no tratadas.
Revertir situación actual
Para incrementar las coberturas de agua potable, alcantarillado y saneamiento y alcanzar un objetivo, por ejemplo, de 96, 89 y 65 por ciento, respectivamente, se requieren inversiones por arriba de los 22 mil millones de pesos anuales en los próximos 25 años.
El planteamiento oficial consiste en fortalecer a los organismos operadores con recursos del sector privado, tanto en inversiones como en financiamiento. De esta manera, la participación de la iniciativa privada permitirá atraer mayor capacidad técnica y continuidad en las acciones.
El programa gubernamental está basado en una estrategia que pretende mezclar recursos públicos y privados, para que se puedan potenciar los escasos recursos públicos con los que cuenta el país.
El programa para mejorar coberturas inicia con la firma del Convenio de Concertación de Acciones, documento en el que se establecen compromisos para el cambio estructural por parte de las autoridades locales. Continúa con un estudio elaborado por los involucrados, donde se hace un diagnóstico y una planeación integral de los sistemas de agua.
Su primera fase consiste es la elaboración de un programa de inversiones para incrementar eficiencias, mientras que la segunda fase contiene un programa de inversiones para incrementar coberturas.
Modalidades de participación
Para darle viabilidad a la participación del sector privado, los organismos gubernamentales apoyarán las inversiones que se requieran por medio de capital subordinado. Las autoridades locales determinarán las modalidades de participación privada, de acuerdo con su situación política y social, dentro de los siguientes rubros: contrato de prestación de servicios parcial; contrato de prestación de servicios integral; empresa mixta y título de concesión.
Se destaca que a mayor grado de participación para el sector privado en la gestión de los servicios, los organismos podrán obtener mayores recursos a fondo perdido. Para obtener el apoyo financiero del programa, se exige que las autoridades locales realicen acciones de cambio estructural.
Estas acciones consisten en lograr autonomía tarifaria de los organismos operadores, contar con un órgano estatal regulador independiente, profesionalizar los niveles gerenciales de los organismos, ofrecer seguridad jurídica para la participación privada y se les obliga a reusar el agua.
Eficiencias y coberturas
Las inversiones para incrementar la eficiencia en los servicios de agua se canalizarán a aumentar el suministro e instalación de equipos de macromedición, de micromedición, tecnología para recuperar caudales, para mejorar la sectorización de la red, con la detección y la adecuada corrección de fugas.
También se canalizarán recursos para hacer más confiable el padrón y registro de usuarios, mejorar la eficiencia en facturación y cobranza, en contabilidad y en los sistemas de información.
Una recomendación fundamental consiste en que el organismo operador deberá hacer un esfuerzo en materia de incrementos tarifarios antes de que entre el sector privado, para que la tarifa se acerque al precio real del agua. Sin embargo, los organismos más rezagados recibirán mayor apoyo financiero.
Por último, las inversiones para incrementar las coberturas van dirigidas a aspectos como la perforación y el equipamiento de pozos, para plantas potabilizadoras, para tanques de regulación, para construir acueductos, plantas de tratamiento de aguas residuales y las obras necesarias para que llegue el agua a las plantas.
Finalmente, destaca la rehabilitación de plantas de tratamiento de aguas residuales.
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