Agua

Estirar el agua mediante su uso eficiente y reuso

Se calcula que en las redes de distribución para abastecimiento urbano se pierde hasta 38 por ciento de los 12.6 km3/año y de 3.7 industrial, suministrada en bloque y que el consumidor sólo recibe 7.8 km3/año. Las pérdidas son del orden de 4.8 km3/año.

Que sólo se paga 60 por ciento del agua que el consumidor recibe, por lo que solamente se cobran 6 km3/año.

El agua se desperdicia en las regiones del país en las que está subsidiada, y esto ocurre por fugas dentro de las casas y por el uso de equipos sanitarios e industriales que utilizan agua en abundancia.

Los sistemas de extracción de agua por medio de pozos en gran parte del país tienen baja eficiencia de aprovechamiento de energía menores a 50 por ciento. Se derrocha energía eléctrica por falta de mantenimiento, lo que eleva el costo del metro cúbico proporcionado a los usuarios.

El costo del kilovatio hora en Estados Unidos y en Europa va de 8 a 9 centavos de dólar (80 centavos promedio a costos de enero de 2002), que es 4 veces mayor que el que se paga para los servicios públicos o la agricultura en México.

Se prevé la privatización de la industria eléctrica en el futuro, y esto llevará los costos actuales a los internacionales, y triplicará o cuadruplicará los costos en estos sistemas.

Por lo tanto, es imperativo realizar los nuevos proyectos considerando la evaluación o comparación entre opciones del costo de la energía eléctrica a precios internacionales.

En los nuevos proyectos se debe analizar las conducciones que necesiten vencer una menor elevación e introducir la posibilidad de tener plantas de rebombeo con el agua para las ciudades. Las plantas de rebombeo elevan agua con energía de medianoche y generan desplome de esta agua durante las horas pico. La energía de medianoche cuesta de un tercio a un cuarto de la energía de horas pico.

La generación de las plantas de rebombeo puede dar ganancias para pagar parte o el total del costo del sistema de conducción entre la fuente de abastecimiento y el sitio de la demanda.

Propuestas para hacer eficiente el uso del agua en las ciudades e industria

a) Mantenimiento a los sistemas de distribución de agua potable urbana e industrial para evitar fugas, además del rescate de 80 por ciento del agua. No hay agua más barata que la que se ahorra.

b) Promover la utilización de mecanismos ahorradores de agua en las casas e industrias.

c) Promover el mantenimiento de los sistemas de distribución de agua en casas e instalaciones industriales.

d) Legislar para que se pueda suspender el suministro de agua por incumplimiento de pago del servicio.

e) Medición y cobro del agua hasta 90 por ciento de los que reciben el servicio.

Aplicando las políticas anteriores se tendría la disponibilidad de agua siguiente:

Si se reparan fugas se recupera 6.2 x 1.80 = 4.96 + 5 km3/año.

Se estima que aplicando las políticas de los incisos b, c, d y e se reduciría en 20 por ciento el consumo en las instalaciones urbanas 9.9 x 0.2 = 1.98 km3/año.

Con los ahorros planteados que disminuirían la demanda y reparando fugas se podría obtener agua para cubrir la demanda para los próximos 25 años, que en conjunto es de 5.4 km3/año. Adicionalmente, con el cobro a un mayor número de usuarios, con un uso eficiente de la energía eléctrica y la confiabilidad de los sistemas, se podría obtener recursos para inversión en los sistemas de abastecimiento de agua potable.

Eficiencia de agua en la agricultura

La agricultura con riego tiene una eficiencia de 45 por ciento en promedio, por lo que de los 64.8 km3/año se pierden por infiltración y evaporación 35.6 (3,560 x 106 m3/año). Con la modernización, se puede llegar a una eficiencia de 80 por ciento, y así se podrían rescatar 80 por ciento de las pérdidas, lo que equivale a un volumen recuperado del orden de 28.5 km3/año (28,500 X106 m3/año).

La agricultura de riego con aguas residuales tiene una eficiencia de 30 por ciento y se puede llevar a 80 por ciento, tratando el agua a rango terciario y modernizando el riego.

Actualmente, el 25 por ciento de los 9.5 km3/año de aguas residuales (2.4 km3/año) se utilizan en riego, por lo que se podrían recuperar alrededor de 1 km3/año, haciendo eficiente este uso si se tratan a rango de agua potable. Si se compran los derechos del agua residual usada en riego, tratándose a rango terciario, se podrían obtener 9.5 km3/año para intercambio de agua blanca con la agricultura de riego o para usarse como agua potable.

Por lo tanto, con el uso eficiente los distritos de riego y tratando el agua residual, se podría tener disponibilidad de 28.5 + 9.5 = 38 km3/año, que en conjunto con el agua recuperada al hacer eficiente su uso en las ciudades (5 km3/año), se tendrían 43 km3/año. La demanda nueva al año 2025 es de 37.5 km3/año, por lo tanto, se podría cubrir con creces esa demanda con sólo hacer eficiente el uso del agua en la agricultura y las ciudades.

Problemas de la modernización de la agricultura

La ineficiencia actual de la mayor parte de los sistemas de riego se debe a lo siguiente:

a) Pérdidas hasta de 45 por ciento del agua por conducciones en canales de tierra o revestidos con mantenimiento deficiente, pérdidas en la parcela debido al riego por gravedad o entarquinamiento.

Se pueden modernizar los distritos de riego mediante tuberías y por métodos de riego por goteo, riego por microaspersión o riego intermitente y se puede lograr 90 por ciento de eficiencia en el uso del agua, reduciendo la infiltración al suelo y su evaporación.

b) Productividad baja del cultivo de acuerdo con los estándares internacionales. Se necesita el empleo de tecnologías modernas y equipo para lograr una mayor productividad. Por ejemplo, en Estados Unidos, la productividad media en maíz es de 8 toneladas por hectárea y llega hasta 12, mientras que en México es de 4 toneladas por hectárea en promedio. Duplicando la productividad se podría ser competitivo ante Estados Unidos y dejaría de subsidiarse a la agricultura.

c) Cambio de patrones de cultivo de alto costo a los de bajo costo. Se necesita investigación de mercado, tecnología, capital para hacerlo, infraestructura para la industrialización y socios comerciales.

d) Recuperación de suelos, que es un problema grave en el ámbito nacional.

Proposición para lograr la modernización de la agricultura

Modernizar los distritos de riego ahorraría hasta 45 por ciento del abastecimiento actual de agua a la agricultura, cantidad suficiente para cubrir la demanda de agua de los centros urbanos.

El aumento de la productividad en la producción por hectárea puede por sí sola disminuir la necesidad de buena parte de la demanda de agua para nuevos distritos de riego en los próximos 25 años.

El cambio del patrón de cultivos a los de alto rendimiento puede lograr un detonador económico regional.

Hacer planes para lograr 100 por ciento de eficiencia en la agricultura de riego es no estar en la realidad, pero sí existen nichos de oportunidad en México que deben aprovecharse y uno de ellos es que prácticamente todas las medianas y grandes ciudades tienen zonas agrícolas importantes alrededor de ellas. De estas zonas de riego se puede obtener la demanda de agua para las urbes.

Modernizar la agricultura requiere de inyección de recursos económicos con lo que los agricultores no cuentan. Las ciudades necesitan agua y los proyectos actuales consideran exportarlas de ríos o cuencas lejanas en la mayor parte de los casos de las 39 ciudades con déficit de agua, con lo que los costos por metro cúbico del agua en bloque llega a las ciudades a un costo de 7 pesos por metro cúbico, y ya se planean sistemas que elevarán este costo hasta 14 pesos por metro cúbico.

Los proyectos para abastecimiento de agua a las ciudades que tengan como fuente de captación el agua de riego, pueden modernizar, capitalizar, entregar tecnología y ayudar a los distritos de riego en la comercialización de sus productos pagando la inversión necesaria para que esto suceda a cambio del agua ahorrada. Si se introduce este costo en el proyecto de abastecimiento de agua a la ciudad, resultará más barato que traer agua de fuentes alternas y entonces el proyecto es económicamente factible.

El pago de la modernización y capitalización del sector agrícola por el intercambio de agua a la ciudad puede resultar un proyecto varias veces más barato en su construcción y en su operación.

A la vez, es una oportunidad para resolver el problema de abastecimiento de agua de una manera más eficiente. No se utilizan estas soluciones, porque en lugar de beneficiar al agricultor y elevar su nivel de vida, se decreta que es más valiosa el agua usada en la ciudad y se transfiere el recurso hacia ella, reduciendo la superficie de riego.

También se paga a valor fiscal su propiedad o se le entregan aguas residuales con tratamiento primario, lo cual es de uso restringido en los cultivos, lo que da como resultado la negativa de los propietarios del agua para entregar el recurso.

La modernización del distrito de riego y la capitalización de los agricultores con cargo al abastecimiento de la ciudad da una alta posibilidad de obtener la cesión de los derechos del agua.

Reutilización del agua

La reutilización del agua en México ha reducido el tratamiento de agua residual a los niveles primario y secundario, para reusarla en riego de jardines o para uso restringido en la industria o servicios sanitarios.

Se reusa el agua residual en la agricultura utilizándola sin tratamiento y con la entrada en vigor de la NOM-001-ECOL y ECOL-002 en un futuro será tratada a rango primario.

A escala mundial se está utilizando el reuso del agua para abastecimiento de agua potable mediante tratamiento a rango terciario o terciario avanzado, recargándola en el subsuelo y extrayéndola después de 2 años o 6 meses de acuerdo con su nivel de tratamiento.

El agua tratada a rango terciario (en el nivel de agua potable) se puede utilizar en la agricultura sin restricción para cualquier tipo de cultivo. Esta agua se puede utilizar en sistemas de riego por goteo, microaspersión o presión intermitente.

El reuso de las aguas residuales mediante su tratamiento para intercambio con la agricultura, sufre también del paradigma de llevar el agua a donde su uso produzca más ganancias, sin importar empobrecer a la agricultura. Lo anterior sucede debido a que el agua se trata en el nivel primario y rara vez en el secundario, y se toma el agua de buena calidad del agricultor entregándole la residual, lo que hace más costosa la producción agrícola y menos productiva. Además, requiere de las láminas de agua mayores y los cultivos se restringen a unos cuantos (uso restringido), y no se pueden utilizar los métodos modernos de riego por goteo, presurizado o riego intermitente.

Con el método de reducir la superficie, de pagar a valor fiscal los derechos del agua o expropiarlos, se empobrece a la población, ya que lo que se le paga es el valor de sus ganancias de unos 2 a 3 años y después de ese tiempo se quedan sin fuentes de sustento. No están preparados para iniciarse en otro trabajo y por lo regular, no existen fuentes de empleo; emigran a las ciudades donde no son competitivos, engrosando el ejército de la pobreza. El Estado los tiene que subsidiar, tiene que enfrentarse a problemas de pobreza, vivienda y todos los servicios que demanden las poblaciones.

El agua residual en México es del orden de 19.8 kilómetros cúbicos, 4 veces el volumen de la demanda de agua a las ciudades al año 2025 por lo que este recurso tan sólo puede sustituir a los proyectos de traer agua de fuentes lejanas.

Si esta agua residual, una vez extraída del subsuelo, se inyecta a la red retorna 70 por ciento por el drenaje, si se reusa y tiene un sistema cerrado a los 7 años se tiene 1.5 veces más agua (49.5 km3/año).

La reutilización del agua también considera el tratar aguas salobres, capturar agua torrencial e inyectarla en el subsuelo para utilizarla en secas o en picos de demanda.

Tanto el agua residual tratada, como las salobres y torrenciales son utilizadas en muchas naciones y en las zonas desérticas, para formar bancos de agua para extraerlas en sequías extremas. En México podría servir para evitar la deformación y agrietamiento del terreno y recuperar acuíferos sobreexplotados y bancos de agua para explotarlos en sequías o para las generaciones futuras.

Por lo tanto la cantidad de agua disponible en una cuenca se puede alargar mediante la aplicación de métodos que permitan su uso eficiente, reuso de aguas residuales, tratamiento de aguas salobres o salinas.

Con estos métodos se puede lograr satisfacer la demanda de agua, dejar de sobreexplotar los acuíferos y rehabilitarlos, evitar la contaminación y tener un uso sustentable del reuso del agua.

Paradigmas que evitan la creación de mercados del agua

Por lo tanto, los sistemas de explotación de agua en México no son fundamentalmente un problema hidráulico, sino de manera esencial un problema de políticas públicas para implantar su aceptación por la sociedad y un problema de creatividad para formular proyectos alternativos basados en los conceptos de la economía de mercado. Actualmente, se carece de mecanismos de negociación basados en la economía de mercado y se sigue utilizando los mecanismos de despojo usados en los años treinta del siglo pasado, en los que el país tenía recursos abundantes para la población de esa época, en la cual se utilizaba la expropiación con pago sólo del costo de la tierra a precio fiscal y bajo algunos de los siguientes paradigmas:

• «El agua debe llevarse a donde produzca los mayores beneficios.» Bajo este paradigma se toma el agua de una región para exportarla a otra cuenca empobreciendo a la población que era propietaria del recurso y afectándola ecológicamente al llevarla a otras regiones en donde se propicia el derroche al entregarla subsidiada. Con lo anterior, se provoca una injusticia social y se deforma la economía de mercado al asignarle un precio irreal al recurso.

Por lo tanto, es necesario crear políticas públicas más justas que permitan el desarrollo económico sustentable de la población que entrega o se le quita el recurso, conservar los ecosistemas y biodiversidad de la región de la cual se exporta el agua. Es necesario normar métodos de transacción o negociación más justos para el traspaso de los recursos entre los diferentes sectores de la sociedad, generando riqueza en lugar de pobreza entre los actores de los mercados del agua.

• «La planeación, proyectos y construcción, así como la operación de grandes obras debe efectuarse en las instituciones federales, ya que los municipios y los estados no tienen capacidad técnica para llevar a cabo éstas actividades.» Éste es un pretexto para centralizar poder, ya que si existiera voluntad política esta capacidad técnica se puede poner en práctica en el ámbito municipal en un lapso de 3 años.

La planeación local debe efectuarse desde los municipios; los estados deben concentrar y evaluar el efecto en el ámbito estatal y la federación debe analizar su incidencia a rango cuenca, la sociedad civil, mediante los Consejos de Cuenca, debe tomar las decisiones a rango cuencas. La planeación debe ser de abajo hacia arriba y el análisis de esa demanda en el total del recurso a rango cuenca de arriba hacia abajo. Para lograr esta sinergia, los 3 órdenes de gobierno deben trabajar como un consorcio de empresas.

• «El agua no tiene precio.» El consumo del agua en México se efectúa considerándolo como un bien que no tiene valor, lo que deforma la economía de los mercados del agua produciendo externalidades de los menos hacia los más. Por lo mismo el agua se desperdicia y esta externalidad no permite que se pueda formar un mercado del agua, que falten recursos para cubrir la operación de los sistemas y la construcción de nuevos, que no exista interés del sector privado por invertir y que se dé lugar a actos de corrupción y descuido.

• En el sector central es común oír la siguiente frase: «Se tiene ya formulada la planeación a largo plazo, ya no existen proyectos nuevos, todos los hemos identificado, sabemos lo que es más conveniente y económico para abastecer de agua a todos los usuarios del país.» Lo anterior, es absolutamente falso en una economía moderna de mercado.

En la globalización, los ganadores y triunfadores son los que saben innovar, los creativos, quienes están constantemente en busca de tecnologías nuevas y saben aprovechar las oportunidades que les brindan las nuevas condiciones de mercado. Son quienes aprovechando la tecnología hacen planeación estratégica y prospectiva, localizan las oportunidades y efectúan proyectos innovadores económicamente factibles para resolver los problemas de la sociedad con eficacia, eficiencia, y efectividad. Nada más falso que ya todo está planeado.

Los problemas deben resolverse puntualmente, lo que quiere decir que si resuelvo el problema de abastecimiento de agua en un municipio, independientemente de su entorno y los problemas del mismo, puede ser muy caro o irresoluble por falta de recursos. Por ejemplo, para resolver la demanda de una ciudad transporto el agua de una cuenca lejana con grandes desniveles, esto puede ser muy costoso y estar fuera de las posibilidades económicas de esa zona. Un proyecto alterno más barato es posible considerando los recursos locales, alrededor de la ciudad.

Conclusiones

Con el uso eficiente del agua en las ciudades y de la agricultura de riego se puede obtener teóricamente agua para cubrir la demanda para estos usos hasta el año 2025.

Al tratar el agua residual en el nivel terciario o terciario avanzado, para recargar los acuíferos y reusándola 2 años después, se puede cubrir la demanda de agua a las ciudades hasta el año 2025 y pueden crearse bancos de agua para usarse en sequías extremas reinyectándola al subsuelo.

Es necesario explorar como proyectos alternos a traer agua de fuentes lejanas para satisfacer la demanda de los usos urbano, industrial y agrícola, el hacer eficiente su uso y tratarla para reciclarla.

El hacer eficiente el agua y reciclarla requiere que su planeación se inicie de los municipios hacia los estados y la federación, ya que muchas de las acciones recaerán en el primer orden de gobierno mencionado.

El hacer eficiente y reciclar el agua requiere de negociaciones y transacciones entre muchos actores, por lo que es necesario que se tengan opciones factibles de negociación y que el Estado, desde el momento que inicie un proyecto, trabaje intensamente con las metodologías de políticas públicas que definan cómo poner en marcha los intercambios de uso del agua.

Para que esto no sea un plan utópico, debe aplicarse a las 39 ciudades principales con déficit de agua y a las zonas con sequías recurrentes.

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