Agua

Estirar el agua mediante su uso eficiente y reuso

Los problemas de abastecimiento de agua a las ciudades, industria y agricultura en México amenazan con agravarse porque las fuentes locales de abastecimiento de agua se han agotado y para cubrir la demanda actual se tiene que importar de fuentes lejanas.

No se trata de falta del recurso, sino de problemas económicos para trasladarlo de las regiones en donde existe hacia las regiones que carecen de él. Como alternativa, proponemos reciclar y hacer eficiente el uso del agua que ya se tiene en cada localidad, en lugar de explotar nuevas fuentes de otras cuencas o de sitios lejanos.

Consideramos que con la eficiencia en los sistemas de riego agrícola y los sistemas de abastecimiento, distribución, cobro y medición en las ciudades, se puede ahorrar suficiente agua para cubrir las demandas de los 3 usos hasta el año 2025. Con el reciclaje del agua se podría cubrir la demanda de las ciudades en un horizonte similar.

De nuevo toman vigor las ideas maltusianas que nos cuestionaron sobre si los recursos del mundo alcanzarían para el futuro. La población de la tierra, actualmente, con 6000 x 106 personas, para el año 2100 deberá duplicarse llegando a 12000 x 106, por lo que debemos de preguntarnos si hemos avanzado en la búsqueda de nuevas tecnologías y formas más eficientes de utilizar recursos existentes para que éstos alcancen a cubrir las necesidades de esas sociedades y debemos saber si se utilizan de forma sustentable los recursos naturales con que contamos.

Debido a que muchos de nuestros recursos naturales están sobreexplotados, con la población actual, parece razonable preguntarse qué efecto provocará la duplicación de la población y el uso particular sobre el recurso agua. Se dice, y es muy creíble, que al duplicarse la población, la demanda de agua sería mayor del doble de la actual. Esto, bajo el paradigma social y económico actual.

Las naciones en desarrollo están tratando de alcanzar los niveles de vida de las naciones desarrolladas, las cuales utilizan volúmenes de agua per cápita muy altos. Entonces, se espera que la demanda de agua a futuro sea de al menos 2 o 3 veces mayor por persona, por lo cual se necesitaría el doble o triple de los recursos del presente. La pregunta que nos debemos hacer es si se podrán lograr políticas que hagan sustentables las sociedades del año 2100 con los métodos actuales de uso del agua basados en el derroche, la contaminación y el escaso o nulo reciclaje de este recurso.

La renovación y disponibilidad del recurso agua

La renovación de la cantidad promedio de agua natural que entra al sistema global atmosférico cada año, es reemplazada cada 8 días. El agua en los océanos es equivalente al 90 por ciento del volumen existente en la tierra y es reemplazada cada 2,600 años. El agua en los ríos del mundo, en cualquier época, es del orden de 1 por ciento de todo el líquido disponible en el planeta. Cuando se examina el volumen de agua dulce que se precipita y es captada por una cuenca poblada, se encuentra

que en promedio se utiliza 10 por ciento de ésta. El problema de fondo de la renovabilidad es una simple expresión de balance de masas; qué tanta agua usamos, en relación con la cantidad que es renovada.

A partir de los datos anteriores, la renovación del agua dulce no es problema, ya que del agua que se precipita en una cuenca sólo se utiliza en promedio 10 por ciento y queda disponible 90 por ciento. Además, si se tratara de desalar el agua de mar, la disponibilidad de ésta sería infinita para la población actual y para la que poblará al mundo dentro de l00 años.

Pero en la realidad, las cosas no son tan simples, ya que la renovación y la distribución del agua para disponibilidad de la población mundial, son 2 cosas muy diferentes debido a que la distribución del agua es muy irregular, encontrándose zonas de gran abundancia, con precipitaciones de hasta 20,0000 mm/año en las zonas monzónicas de la India, de más de 10,000 mm/año en zonas tropicales y de tan sólo 50 mm/año en los desiertos.

La distribución irregular restringe para muchas sociedades la disponibilidad del recurso agua, tanto en el lugar como en el tiempo. La precipitación del agua no es constante durante todo el año, ya que existen zonas donde la lluvia se presenta durante 10 meses, en otras 2 periodos de 3 a 4 meses, algunas con un solo periodo de 3 a 4 meses y zonas donde sólo llueve unos cuantos días al año o se presentan una o dos tormentas cada varios años.

La disponibilidad del agua en tiempo y lugar es el gran problema, ya que la demanda de la misma en muchos lugares ha sobrepasado su oferta, y entonces, esta diferencia se tiene que subsanar trayéndola de fuentes lejanas y con base en obras de almacenamiento. Cuando el costo de estas operaciones es mayor que las posibilidades económicas de la sociedad demandante, entonces no existe disponibilidad de este recurso.

Desde ese punto de vista, la contrariedad en torno a la disponibilidad es entonces un problema económico de recursos que impide la transportación del agua del sitio en el que está disponible hacia el sitio en que se le requiere. Política y socialmente, cada vez con mayor frecuencia, esta transferencia no es posible a ningún costo.

Este problema se agrava por la contaminación antropogénica, la cual se debe en parte a la falta de leyes y normas que eviten que esto suceda y además no hay alguna sanción para el contaminador. La fuente principal de agua dulce son los ríos, y éstos son los más utilizados por las industrias para descargar aguas residuales, creándoles un problema externo a los usuarios de aguas abajo, quienes para utilizarlas necesitan invertir en la construcción de plantas de tratamiento y esto a su vez es una seria amenaza al futuro desarrollo económico de las poblaciones.

Lo que cada vez es más preocupante, es que algunos contaminantes pueden ser de gran peligro, como medicinas, productos hormonales y muchos otros de los que no se conoce su efecto sobre el ser humano y ni siquiera se han desarrollado métodos para medir su presencia en el agua. Este problema de la contaminación agrava la disponibilidad del agua para las poblaciones futuras, ya que los costos para su tratamiento la hacen inalcanzable para muchas regiones del mundo.

Las opciones de disposición del recurso agua

Para mantener la disponibilidad del agua que requieren las poblaciones del futuro se proponen las siguientes medidas:

• Tratar de disminuir el crecimiento de la población.

• Aumentar la productividad de la sociedad y, consecuentemente, los salarios bien remunerados para que se pueda pagar el traslado del recurso de fuentes lejanas.

• Desarrollar tecnologías de energía más baratas que las actuales, para poder transportar el agua desde grandes distancias de manera económica.

• Impulsar tecnologías que permitan tratamientos baratos de desalación y purificación del agua.

• Hacer eficiente el uso del agua evitando su desperdicio.

• Reciclar el agua, tratando el agua residual a escala potable, para su reuso en la recarga en acuíferos, para su posterior utilización y hacer sistemas cerrados que eviten su salida de la cuenca.

Con excepción de hacer eficiente el uso del agua y reciclarla, los demás métodos expuestos son una utopía aún lejana y podemos afirmar que si se aplican los antes mencionados, se podría aumentar su volumen para que exista disponibilidad del vital líquido. En la medida que se demuestre que estos métodos son más baratos que traer agua de fuentes lejanas, serán opciones que permitan satisfacer las demandas futuras de agua para muchas sociedades con pocos recursos económicos, mientras se desarrollan tecnologías más avanzadas.

Otro problema es el de la propiedad del agua en las zonas donde este recurso se sobreexplota. Para hacer eficiente su uso o reciclarla, es necesario que existan incentivos económicos para ello, como leyes, normas, derechos de propiedad bien definidos y políticas públicas que permitan crear un mercado del agua donde se puedan efectuar las transacciones o negociaciones para poder efectuar intercambios de agua entre los diversos usos. Sólo en los países no democráticos o dictatoriales, es posible ordenar el cambio del uso del agua por decreto.

En el norte de México y en la zona central, que son las más pobladas del país, se ha rebasado la disponibilidad del recurso agua y hay déficit en el abastecimiento. En estas regiones es necesario explorar la factibilidad de hacer eficiente el uso del agua y reciclarla (nuestro concepto de estirar el agua).

Conflictos por el uso del agua en méxico

Los conflictos por el uso del agua entre los sectores agrícola, urbano e industrial, se acentúan cada vez más en México, debido al crecimiento de la población, que incide de manera directa en el aumento de la demanda de agua para los 3 usos mencionados.

Según la Comisión Nacional del Agua (CNA), se tienen deficiencias de abastecimiento en más de 39 ciudades de tamaño grande y medio, más de una de ellas, no han podido construir parques industriales debido al déficit de este recurso.

Actualmente, se tiene una demanda para uso urbano de 9.9 kilómetros cúbicos al año de agua potable (9,900 x 106 m3/año). Para el año 2025, se estima que se requerirá 30 por ciento adicional (3 km3) para llegar a una demanda de 12 km3/año.

Para el año 2025, se tendrá un déficit en la producción agrícola de más de 20 millones de toneladas de granos y por ello se requerirá construir distritos de riego para 2.5 millones de hectáreas. Con las tecnologías actuales, se necesitará un 50 por ciento adicional de agua a los 64.8 km3 en volumen del agua que actualmente gasta la agricultura. Otras propuestas consisten en hacer eficiente el uso del agua y aumentar el rendimiento de la producción por hectárea al doble de lo actual.

Más de 100 acuíferos mayores, de 650 identificados, presentan contaminación de regular a grave y éstos contienen casi 60 por ciento de la disponibilidad del agua subterránea que se utiliza a escala nacional. Dos terceras partes de los habitantes de México satisfacen sus demandas del agua disponible para uso urbano con agua subterráneas. La mitad de la industria y una tercera parte de la agricultura de riego, también lo hacen con este recurso.

La sobreexplotación de los acuíferos está originando fracturas y hundimientos del terreno en una decena de grandes poblaciones, entre ellas el Distrito Federal, lo cual provoca graves daños a la infraestructura urbana y genera costos adicionales a la sociedad. En las costas del Pacífico y el Golfo de Baja California, y en muchas partes del Golfo de México, hay avances en la intrusión salina, producto de la sobreeexplotación de los acuíferos, lo que incluso ha convertido en inservibles varias de estas fuentes de abastecimiento.

La explotación de cuencas hidrológicas con el propósito de exportar agua a las grandes ciudades, deja regiones empobrecidas por la pérdida de su recurso y además deterioradas ecológicamente. Los nuevos proyectos de exportación de agua han generado graves conflictos sociales y el costo para resolverlos le agrega un componente financiero al proyecto, que lo hace excesivamente caro con respecto de los planes y costos iniciales. Incluso, se presentan retrasos en la construcción, lo que genera externalidades a la sociedad que va a ser beneficiada con el proyecto.

Por lo tanto, es tiempo de explorar otras formas de satisfacer la demanda de agua en el futuro. Los más importantes son, el reciclaje del agua y su uso eficiente. Esos métodos han dado resultados en muchos países. Hay que estirar el agua que ya estamos usando.

En la medida que esta alternativa resulte más barata, que la de traer agua de fuentes lejanas, debe emplearse porque es la que produce la sustentabilidad de la cuenca sin substraer recursos de otras cuencas.

Utilización del agua en méxico

Los 483 kilómetros cúbicos disponibles en el territorio nacional como agua superficial y de recarga de acuíferos se distribuyen de la siguiente manera:

Del agua usada en el abastecimiento urbano y en la industria se tienen descargas de aguas residuales por 9.52 km3/año (9,520 x 106 m3/año) de las cuales se utilizan en la agricultura 2.4 km3/año y se descargan a ríos y arroyos 7.1 km3/año.

Para uso agrícola, las tierras para nuevos distritos de riego se encuentran en la planicie del Pacífico en Nayarit y Sinaloa; en la planicie del Golfo de México en Tamaulipas, Veracruz y Tabasco, donde existe disponibilidad de agua superficial para abrir al cultivo 2.5 x 106 hectáreas regadas por los métodos actuales. La infraestructura necesaria para obtener este líquido es costosa por lo que se requerirán inversiones cuantiosas.

Para abastecer en el año 2025 a las ciudades y a la industria, se necesitaran 5.4 km3 (5,400 x 106 m3/año) adicionales al suministro actual. Esto se requerirá en su mayor parte en el centro y norte del país (si continuamos con el paradigma actual) y se tendrá que exportar el agua de cuencas externas a las ciudades, por acueductos de gran longitud y venciendo desniveles de 500 a 1,500 metros. Esa infraestructura tiene un costo inicial muy importante, costos de operación elevados y crecientes con el tiempo, lo cual hará más caro este recurso.

La magnitud de los recursos financieros para construir los proyectos de abastecimiento de agua a futuro, bajo la concepción actual de cubrir la demanda con fuentes de agua nuevas, resultará muy difícil de lograr. Se debe comenzar a explorar la posibilidad de obtener el agua que demandará el desarrollo de los usos agrícolas, urbano e industrial en los próximos 20 años, mediante proyectos alternos más baratos como hacer eficiente el uso del agua y su rehuso, ya que se ha detectado que existe mucho derroche en los usos actuales y el reuso del agua es incipiente.

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