Con fiestas, comida y baile la población se burla de la muerte al seguir gozando la vida
Se aproxima una de las fechas más importantes y celebradas en México, el Día de Muertos, uno de los eventos más interesantes de nuestro país gracias a la gran variedad de costumbres y tradiciones, una de ellas es Xantolo.
El Xantolo o Mijkailhuitl es la celebración de muertos más importante de la Huasteca hidalguense, ya que los habitantes de la región han logrado conservar los rasgos más importantes de la tradición prehispánica a lo largo de muchas generaciones, explicó Eduardo Javier Baños, secretario de Turismo.
En la Huasteca hidalguense el Día de Muertos no es cosa de prepararse solo dos días para ofrendar alimento a nuestros difuntos como se hace en muchas partes de la República Mexicana, sino que ellos viven un proceso de más cinco meses en que se organizan para celebrar a sus difuntos.
Desde el 29 de junio comienzan con el sembradío de la flor de cempasúchil, la compra de animales de engorda (gallinas, pollos, guajolotes y cerdos) para preparar los guisados que estarán ofrendado a sus difuntos a partir del 30 de octubre, dicho festejo culmina hasta el 30 de noviembre.
Mientras se desarrolla la fiesta de los muertos, el Mijkaillhuitl o Xantolo, a partir de la primera ofrenda del 30 de octubre y hasta el 2 de noviembre, por las calles de la ciudad, barrios y comunidades, llega la alegría de ver danzar a los coles, viejos, huehues o disfrazados, que al compás del violín y la guitarra bailan las danzas de El Comanche, La Zorra, El Venado, La Guajolota, El Tecolote o El son de los Viejitos.