Tips Ambientales

Cómo hacer que 2016 sea un año “verde”

Sólo educando y educándonos seremos capaces de recuperar el terreno perdido

como-2016España.— Aquí va una serie de ideas de fácil implementación que pueden ser útiles para comenzar con buen pie un año realmente “verde”; sólo educando y educándonos seremos capaces de recuperar el terreno perdido por la contaminación y conservar lo que aún tenemos.

Reduce tu consumo de plásticos. No sólo debemos depositar latas, envases y tetrabrik en los contenedores, que es de la única forma que pueden reciclarse, sino que si vamos al supermercado y llevamos nuestra bolsa, ahorramos la compra de otra y reutilizamos las que ya tenemos.

El agua embotellada en envases pequeños es un gasto superfluo, podemos tomar agua del grifo, ya que en algunas comunidades es de excelente calidad y donde no lo sea, la instalación de un filtro puede solucionar ese inconveniente.

En caso de que nos sea imposible poner en práctica esta medida, es preferible comprar agua a granel y renvalsarla nosotros mismos usando envases que tengamos en casa.

Electrónica eficiente. A la hora de adquirir un nuevo electrodoméstico es necesario que tengamos en cuenta el consumo del mismo; nuestro bolsillo, el medio ambiente y las futuras generaciones, nos lo agradecerán.

Cuando compramos grandes electrodomésticos debemos hacerlo en función de nuestras necesidades reales: el tamaño sí importa y debe estar de acuerdo tanto con los espacios disponibles, como con el uso que se le dará. Un ejemplo práctico es el de un piso de soltero/a con un frigo enorme que suele estar medio vacío y, por ello, consume aún más.

Las funciones de stand by son también un peligroso enemigo para las facturas de la electricidad, ya que “comen” vatios sin provecho alguno. Y si no lo necesitas, no lo compres.

La basura es cosa de los humanos. En la naturaleza la basura no existe, todo se recicla o se reutiliza, lo que unos desechan otros lo aprovechan. Aplicando esta regla tan básica es posible reducir los residuos en todos los niveles.

Cocina de forma funcional; si hay dos en casa, no se necesitan alimentos para cuatro, porque la mitad acabará en el bote de la basura. Si quedan restos del mediodía, reinvéntate y úsalos para una nueva comida, eso lo han hecho nuestras abuelas toda la vida y sus croquetas siempre nos parecieron fabulosas.

Si tienes desechos orgánicos, haz composta. Organízate de tal forma de que en algún lugar los vecinos puedan depositar sus residuos y tengas un abono excelente. Un huerto orgánico se puede tener en un pequeño piso en cajones de madera colocados uno encima del otro, sólo requieren algo de cuidado, riego responsable y un poco de sol.

Si tienes animales, usa los restos de comida para alimentarles, no sólo de pienso vive un perro o un conejo. Con las cáscaras y restos de verdura, de carnes y un poco de arroz, puedes hacer comida muy nutritiva para tus mascotas. Un conejo, una cobaya o un hámster en libertad comen frutas y verduras, ¿por qué no dárselas en casa?

Compra comida que se produzca cerca de tu hogar. Si te es posible, consume productos locales, de forma que evites el gasto de transporte y la consiguiente cuota de contaminación que esto genera. Tendrás alimentos más sanos, frescos y baratos. Los papeles y cartones deben ser reciclados, así como los plásticos y los envases de vidrio.

El aceite usado, las pilas y baterías, los medicamentos, los componentes electrónicos, etc., no se deben tirar directamente a la basura; infórmate primero cuál es la manera adecuada de deshacerte de ellos de forma responsable.

Economía colaborativa. Teniendo como aliada indiscutible a la red de internet es posible participar en varias iniciativas que permiten un ahorro considerable de emisiones de gases contaminantes y, por qué no, de dinero.

Lo más eficiente es andar en bicicleta (no consumes y haces ejercicio), pero si estás interesado en compartir coche, existen varias webs de contacto entre personas que ofrecen el suyo y quienes están interesados en un medio de transporte más barato y en ayudar a contaminar menos. Son tantos los desplazamientos diarios, que sin duda encontrarás lo que estabas buscando.

También es posible recurrir a las asociaciones de vecinos para conocer las rutas que se hacen diariamente desde y hacia tu localidad. Allí también puedes aportar ideas para hacer campañas de concienciación colectiva en los barrios con el fin de ensuciar menos, intercambiar bienes, aprender a reciclar de forma correcta y muchas aplicaciones ecológicas más.

No tires lo que ya no usas. Primero busca la forma de arreglarlo, reutilizarlo o reciclarlo, de lo contrario regálalo, préstalo o véndelo, pero jamás lo deseches. Lo que tú no necesites, es posible que sí pueda serle útil a otros, desde ropa, juguetes, electrodomésticos, muebles, libros y un largo etc. Infórmate antes de abandonar tus objetos en desuso junto a un contenedor; internet puede darte grandes ideas para darles un mejor fin.

Una reflexión final. El cuidado personal del medio ambiente (que también es el de nuestros familiares, amigos, conocidos y compatriotas) es responsabilidad de todos y cada uno de los habitantes del planeta.

Si los demás hacen las cosas mal, tu actitud solidaria y responsable marcará la diferencia y los actos de esta índole suelen generar lo que se llama “cadena de favores”: una buena acción despierta en los demás el impulso de superación y las cosas buenas también se “contagian”. Sé un ciudadano ecológicamente responsable y comienza a cambiar tu entorno. Educa y concientiza con el ejemplo.

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