Una de las principales causas que han provocado el cambio climático es el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero ocasionado por las sociedades humanas industrializadas y en desarrollo.
El dióxido de carbono (CO2) es uno de los gases que más afectan a nuestro planeta; las concentraciones en la atmósfera superan las alcanzadas en el último medio millón de años y las consecuencias económicas, sociales y ambientales que trae son de gran magnitud.
El aumento en las concentraciones de CO2 en la atmósfera traen consecuencias a toda la ciudadanía y su hábitat, desde el aumento de la temperatura —que ha traído consigo el derretimiento de los polos y, por ende, el aumento del nivel del mar—, pasando por el aumento y propagación de enfermedades infecciosas, hasta el aumento en frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos, entre otros.
La reducción de estos gases es responsabilidad de todos, y si bien es cierto que el sector energético es el mayor productor, cada uno de nosotros podemos colaborar con acciones diarias para lograrlo.
Teorema Ambiental te comparte una serie de acciones que con la práctica podrás convertir en hábitos y ayudar a reducir el impacto del CO2 en la atmósfera.
1. Utiliza las escaleras: Un recorrido de 15 segundos en elevador equivale a mantener encendido un foco de 60 vatios durante una hora. Utilizar las escaleras es bueno para el medio ambiente y para tu salud.
2. No malgastes la luz: Aprovecha la luz del sol, pinta de colores claros paredes y techos y abre las ventanas mientras esta energía sea aprovechable. Apaga los focos cuando no sea necesario usarlos.
3. Cambia tus focos: Utiliza focos ahorradores de energía en lugar de los normales.
4. Desenchufa todo: Cargadores de celular, laptop, el cable del DVD, televisión, etc., deben ser desconectados cuando no están funcionando, conectados siguen utilizando energía.
5. Busca electrodomésticos eficientes: Escoger un electrodoméstico eficiente es sinónimo de ahorro.
6. Evita el uso de la secadora: Tender la ropa al aire libre en lugar de una secadora eléctrica, permite ahorrar unos 50 kilogramos de dioxido de carbono al año y evitar los 318 emitidos en su fabricación.
7. No dejes la plancha encendida: Una hora de plancha equivale a 20 horas de televisión o a siete de una computadora. Intenta planchar grandes cantidades de ropa y apágala si no la estás utilizando.
8. El súper cerca de casa: Hacer las compras cerca de nuestro hogar evita el uso de coche para desplazarse a grandes distancias. Sustituye las bolsas de plático por bolsas de tela o una mochila.
9. Bicicleta y transporte público: El uso de bicicleta reduce la producción de CO2 —hasta 240 kilógramos del dióxido— y es bueno para la salud. Un autobús lleva tanta gente como diez coches completamente llenos, ocupa tres veces menos espacio en la carretera y emite la mitad de CO2 por kilómetro y pasajero.
10. Uso eficiente de tu vehículo: Manten el vehículo en regla, no des mordidas para ser calcomanía cero, sé responsable en el uso del automóvil “sólo cuando sea necesario”.
