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Todos podemos ser activistas ambientales

Aunque se han incrementado las actividades enfocadas en la sostenibilidad, aún no son suficientes

Ciudad de México, 23 de febrero de 2021.— Nos encontramos en un momento decisivo para hacer caso a los expertos en el medio ambiente: si no tomamos medidas radicales inmediatas para revertir las emisiones contaminantes, el cambio climático alcanzará manifestaciones más severas e irreversibles.

El regreso de Estados Unidos al Acuerdo de París, ha puesto de nuevo los reflectores en un tema del que puede depender el futuro de la Tierra. La meta de este acuerdo mundial es mantener el calentamiento global por debajo de los 2 °C con respecto a la temperatura del planeta a finales del siglo XIX. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, con los compromisos climáticos actuales, el mundo se dirige a un aumento de temperatura de 3.2 °C.

Las emisiones globales de gases de efecto invernadero deben reducirse 7.6 por ciento cada año entre 2020 y 2030 para que el mundo logre aplacar el calentamiento global en 1.5 °C este siglo, según lo indica el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Para evitar un escenario y lograr este objetivo, los compromisos de reducción de emisiones deben quintuplicarse.

Aunque se han incrementado las actividades enfocadas en la sostenibilidad, aún no son suficientes. Las tecnologías y las políticas requeridas para reducir las emisiones ya existen, y deben ser aplicadas de manera prioritaria en países y en las diversas industrias. Sin embargo, también los habitantes tenemos la responsabilidad de que nuestras acciones cotidianas contribuyan a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Veolia, referencia mundial en la gestión optimizada de energía, agua y residuos, contribuye a la lucha contra el cambio climático, procurando reducir las emisiones de gases de efecto invernadero e inventar soluciones que las prevengan. Por ello es que te ofrece algunas recomendaciones para ayudar a las causas ambientales a favor del planeta:

  1. Reduce el uso del coche. Manejar 50 kilómetros menos cada semana, representa una reducción en 450 kilogramos de CO2. Si es necesario usarlo, hay que aprovecharlo al máximo compartiéndolo con gente cercana. De igual forma, es posible practicar una movilidad sostenible con la utilización del transporte público, así como bicicletas y otros medios.
  2. Consume energía renovable. Cada vez es más accesible instalar en casa un sistema de autoconsumo con paneles solares para calentar agua, iluminar y generar energía para la vida diaria. La energía solar fotovoltaica es más económica y amortizable.
  3. Apuesta por el ahorro de energía. Son muchos los trucos para bajar tu emisión de CO2… y la cuenta de la luz y el gas: coloca focos de bajo consumo, desconecta los aparatos que no estés usando (pantallas, cargador de celular, computadora, etc.), cocina con tapas en las ollas (se reduce el tiempo de cocción en un 25 por ciento), no te excedas con la calefacción o el aire acondicionado, apaga las luces que no necesites.
  4. Conviértete en un consumidor sostenible. Reflexiona antes de adquirir: usa la menor cantidad posible de productos, aprovéchalos más de una vez y al desecharlos procura separarlos para que puedan ser reciclados. Cabe destacar que la adecuada separación de la basura representa una oportunidad para generar energía, una tendencia en creciente aumento en México. Por otro lado, es importante informarse sobre los productos kilómetro cero o de cadena corta, elaborados y comercializados de forma local. Son más frescos y favorecen la economía de la comunidad.
  5. Planea una dieta con baja huella de carbono. Se estima que los alimentos causan un promedio del 20 por ciento de los gases de efecto invernadero. Evita los productos que necesitan más energía o recursos naturales para su elaboración, se transportan desde lejos o requieren de un envasado más complejo y contaminante.
  6. Cuida los árboles. Una acción fundamental ya que estos tienen la capacidad de retener el CO2 y permitirnos vivir, literalmente. Si no tienes jardín cercano, es posible involucrarse con los diversos movimientos que evitan la deforestación de los bosques, impulsan la plantación de nuevos árboles, en especial de especies nativas de tu región.
  7. Pintar el techo de blanco. Con base en la iniciativa White Roof Project y con menciones de funcionarios de la ONU, el solo hecho de colorear de blanco el techo de una casa, consigue reflejar más luz solar. Así, se aísla la construcción y se disminuye la demanda de electricidad en los días calurosos. Algunos artículos señalan que cada mil pies cuadrados de espacio en blanco subsana diez toneladas métricas de CO2.

Veolia apuesta por una economía al servicio del medio ambiente. En este sentido su compromiso consiste en aportar recursos mediante el diseño y la implementación de soluciones que permitan el acceso a recursos, su preservación y regeneración. Conoce más en www.veolia.com/latamib

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