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Sistema de control interno, herramienta para certificar productos orgánicos

En los últimos 12 años, especialmente en América Latina una gran cantidad de grupos campesinos cambiaron su producción convencional y empezaron a cultivar bajo normas de agricultura orgánica. Esta forma de cultivo asegura a los agricultores cosechas más estables y, en ocasiones, mayor productividad. Pero sobre todo, estos productos garantizan en mercados locales e internacionales, un mejor precio. Uno de los resultados ha representado mejorías en la situación de vida de pequeños productores.

Si los pequeños agricultores organizados quieren comercializar sus productos orgánicos en el mercado europeo deben mantener un control por lo menos una vez al año, según el reglamento 2092/91 de la Unión Europea para la agricultura orgánica y las normas de Naturland.

En organizaciones con cientos o miles de campesinos localizados en varias comunidades, con una superficie cultivada de alrededor de 10,000 kilómetros cuadrados no se puede realizar un control por un inspector externo bajo un marco razonable de tiempo y costo. Por ello, el reto ha sido la elaboración de un procedimiento en el cual grupos de agricultores hasta de 2,000 socios pueden ser controlados de una manera eficiente y con bajo costo.

Naturland y otras certificadoras internacionales desarrollaron en acuerdo con el programa de acreditación (IOAS de IFOAM), un sistema de control interno al 100 por ciento. Con los años este sistema ha sido modificado y desarrollado por Naturland en conjunto con las cooperativas y la agencia de control IMO.

Hacia la construcción de un sistema de control

Construir un sistema de control interno requiere una transferencia enorme de conocimiento de la certificadora hacia la organización de agricultores. Esto permite que esta última tome a su cargo partes del trabajo de control, bajo los requerimientos del reglamento 2092/91 de la Unión Europea para la agricultura orgánica y las normas de Naturland.

Los colaboradores de la cooperativa son formados para ser inspectores locales calificados y así apoyan al inspector de la Unión Europea en su trabajo de control.

Los inspectores locales asumen el control de los agricultores según el reglamento orgánico. El inspector comprueba si el sistema de control interno funciona de manera correcta, revisa los pasos del procedimiento, la comercialización de productos orgánicos e inspecciona el proceso, desde la cosecha hasta la exportación.

Al inicio del año 2000 Naturland publicó su Manual de garantía de calidad. La producción ecológica en organizaciones de pequeños agricultores, una guía para crear un sistema de control interno.

Paso a paso: hacia el sistema de control interno

Desarrollar normas internas. La organización debe elaborar normas internas para la agricultura orgánica, de acuerdo con el reglamento 2092/91 y normas de Naturland. Éstas deben ser trasnmitidas adecuadamente a todos los agricultores orgánicos.

Personal. Hay que formar gerentes de calidad e inspectores locales. Es necesario aclarar y diferenciar claramente responsabilidades del personal dentro del sistema de control interno. Para cada empleado hay que tener un expediente.

Crear un sistema de asesoramiento funcional. Un asesoramiento sólido es indispensable para el desarrollo de métodos en producción orgánica. Éste se puede realizar por un servicio externo o también por asesores propios de la organización.

El asesoramiento no sólo incluye productos de exportación sino también superficies cultivadas para autoconsumo. Cada agricultor tiene que participar por lo menos una vez al año en un taller de entrenamiento sobre agricultura orgánica. Los inspectores locales serán entrenados por lo menos una vez al año.

Realizar controles calificados. Cada agricultor debe someterse a un control por lo menos una vez al año, realizado por inspectores formados en la organización, quienes visitan a los campesinos y documentan los resultados de sus comprobaciones de control en una ficha. Los inspectores no deben ser colocados para controles en su propia comunidad.

El control interno facilita conseguir la siguiente información: lista de los agricultores controlados; lista actualizada de los inspectores locales; ficha de control completamente llenada de todos los socios de la cooperativa que participan en el programa orgánico; croquis actualizado de las áreas de producción y aviso de la decisión sobre los agricultores aceptados y rechazados.

Documentación de la estructura de la organización y el flujo del producto. Entre productores y la organización debe existir una relación contractual, la cual obliga a los primeros a cumplir con normas internas establecidas. La organización comprueba el resultado de los controles documentando en su totalidad, antes de que empiece la cosecha y tiene que llevar listas de productores. Parte de la garantía de calidad en la organización misma son las listas de compras y todos los papeles que documentan el recorrido de la mercadería desde la cosecha hasta su exportación.

Sólo se puede comprar el producto de los campesinos que estén registrados en el sistema de control interno y que al mismo tiempo estén anotados en las listas de compra. En la compra de la mercadería hay que diferenciar la calidad del producto (orgánico, en transición o convencional). Cada campesino no puede comprar más de lo que anotado en la estimación de cosecha. Los sacos son registrados y marcados según su calidad. Hay que almacenar las diferentes calidades estrictamente separadas para evitar equivocaciones.

Control externo

Anualmente el sistema de control interno está supervisado por un control externo de un inspector de la Unión Europea. En esta revisión por lo menos deben ser inspeccionados otra vez 10 por ciento de los campesinos controlados internamente. Si el sistema de control interno presenta algún defecto aumentará la cantidad de campesinos controlados por el inspector externo hasta el máximo del 100 por ciento.

Naturland se fundó en 1982 como asociación para la agricultura orgánica sin fines de lucro. La mayoría de sus socios son agricultores y consumidores. Promover en el ámbito mundial el cultivo orgánico es una de sus metas más importantes.

Desde 1989 Naturland está trabajando en el plano internacional; en el mismo año controló y certificó bajo sus propias normas la primera organización de pequeños agricultores en México (UCIRI).

Hasta ahora cuenta con más de 20,000 socios en 27 países, la mayoría de ellos son pequeños agricultores organizados en cooperativas.

Perspectivas

Productos orgánicos importados de países que no son miembros de la Unión Europea deben ser controlados bajo el reglamento del propio organismo internacional. De esta manera se asegura que los productos sean reconocidos como equivalentes a los productos de la región.

Para satisfacer las condiciones de producción en los diferentes países, no se ha definido en detalle el margen de la equivalencia de los productos. A pesar de que existe la UE, cada país define este «margen» a su manera. Esto lleva a que el mismo producto que se puede exportar de México a Alemania no consigue licencia para ser importado de México a Francia.

Las organizaciones tienen que enfrentarse a nuevos y diferentes detalles para que sus productos sean reconocidos al igual que los de la UE. Si hoy son los porcentajes de los controles externos, mañana serán los inventarios de los cultivos de autoconsumo de los campesinos.

Naturland, por su trabajo de lobby, ha contribuido a que las autoridades de la Unión Europea acepten una prueba al azar de 10 por ciento, algunos países europeos hubieran preferido una muestra de 20 hasta 30 por ciento.

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