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¿Cuál es el secreto de los tarahumaras para correr?

En la tierra tarahumara crece una variante única de maíz, una planta diferente a las otras que les proporciona los elementos requeridos para esa actividad

tarahumara-correrCon el fin de entender la resistencia para correr de los tarahumaras o rarámuris, el investigador Luis Alberto Vargas, del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM, estudia la influencia de factores ambientales, biológicos, culturales, geográficos y alimenticios para explicar las características físicas de esta comunidad.

Según Vargas Guadarrama, tras analizar los resultados obtenidos, es claro que la carrera para los tarahumaras no es algo competitivo, sino consecuencia de una forma de vivir, de concebir el mundo y de ver el universo, y por ello es preciso evaluar su cultura, sus condiciones de subsistencia y cómo se han relacionado con lo que les rodea.

Para el investigador del IIA, un aspecto que debe tomarse en cuenta es que, aunque la carrera rarámuri se conoce desde hace tiempo y está acuciosamente documentada, ha sufrido cambios importantes a últimas fechas debido a la industrialización.

“Ahora tienen patrocinios, les llevan bebidas comerciales y se organizan carreras supuestamente tarahumaras en el Bosque de Chapultepec; todo ello ha hecho que esta actividad pierda parte de sus componentes. Sin embargo, también hemos encontrado que subsisten raíces muy importantes”, subrayó.

Además de estar relacionada con el sol, el académico expuso que otros elementos se relacionan, pues esta cosmovisión ligada a los ciclos solares y el agua se vincula a uno de los pilares alimenticos de esa cultura: el maíz, que en la tierra tarahumara crece en una variante única, producto de una selección de siglos y que proporciona los elementos requeridos para la actividad rarámuri.

“Como médico, gran parte de mi actividad se centra en la nutrición y por eso consideramos este factor muy relevante, aunque no el único, pues un elemento no puede entenderse sin el otro. Así, poco a poco vamos construyendo una visión más global”, indicó.

Además, la sierra también es clave para entender la vida tarahumara, pues la comunidad se asienta de manera dispersa a lo largo de la zona, lo que los obliga, desde muy pequeños, a recorrer grandes distancias. Ello ha ido preconfigurando su resistencia corporal que, desde un principio, ha sorprendido a los visitantes de la región.

“La topografía, con subidas y bajadas prolongadas, a veces por kilómetros, obliga a los rarámuris a caminar y correr para llegar a sus destinos. Esta actividad física cotidiana influye en que estén en mejores condiciones, incluso que en poblados vecinos”, concluyó.

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