Especialistas explicaron que hay elementos que acentuaron la intensidad del sismo del pasado martes en la capital del país
Las explicaciones sobre el sismo que sacudió a la Ciudad de México han proliferado, sin embargo, a decir de especialistas de la UNAM, el temblor de 7.1 grados Richter que sacudió el centro del país el martes 19 se originó por un doblamiento “casi vertical” de la Placa de Cocos en su choque con la de Norteamérica y sumado a la naturaleza lacustre del subsuelo ocasionó un gran nivel de destrucción.
Según la revista Proceso, el geólogo Fernando Ortega Gutiérrez, investigador emérito del Instituto de Geología de la UNAM, explicó que los sismos son un fenómeno mecánico, provocado por los desplazamientos de enormes bloques de piedra y justo el del pasado martes, “lo provocó un doblamiento súbito y casi vertical de la Placa de Cocos, que pasa por debajo de la Placa de Norteamérica”.
“Aquí lo que ocurrió fue que, a la altura de Morelos, esa placa horizontal se dobló en un ángulo aproximado de 72 grados, por lo que cayó con un fuerte componente de vertical. Y fue probablemente este desprendimiento lo que provocó la onda sísmica”, citó el semanario.
Sobre la intensidad con la que se vivió en la Ciudad de México, el académico fue tajante a señalar como factor la distancia del epicentro, “solo 120 kilómetros, y por el mecanismo de rompimiento al que me refiero, este sismo de 7.1 grados le pegó de lleno a la Ciudad de México. Aquí en la UNAM, por ejemplo, su vibración fue superior a la que provocó el sismo de 1985”.
El también doctor en geología por la Universidad de Leeds, Inglaterra, enfatizó que su versión tiene un punto de vista enfocado a su área de estudio, por lo que abrió la posibilidad de versiones complementarias. “Este doblamiento de la Placa de Cocos se habría dado a unos 57 kilómetros de profundidad, que es lo que nosotros conocemos como el hipocentro o lugar donde se dio la perturbación tectónica, lo cual provoca emanación de ondas, y una energía que migra radialmente y llega a la superficie en el punto que llamamos epicentro.”
“La Tierra es un organismo vivo, muy dinámico. Se está moviendo constantemente. Y es además un sistema muy complejo constituido de materia en estado líquido, sólido y gaseoso. Por lo tanto, tiene ascensos y descensos de enormes placas rocosas que provocan movimientos sísmicos, como el del martes 19”, sentenció.
