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Rizhao, la ciudad solar que tomó su nombre al pie de la letra

El gobierno central chino no mostraba preocupación alguna por la degradación medioambiental del país

RizhaoPEKÍN.— Rizhao en chino mandarín significa “iluminada por el sol”, y la ciudad que con este nombre se erige en la provincia oriental china de Shandong, la que mayor uso hace de la energía solar en el país asiático, parece haber decidido que su topónimo se cumpla a rajatabla.

En 1992, cuando el gobierno central chino no mostraba preocupación alguna por la degradación medioambiental del país, esta localidad costera de tres millones de habitantes decidió aprovechar mejor el sol que había hecho famosas sus playas entre los turistas chinos.

Desde entonces, la ciudad obliga a que todas las viviendas construidas incorporen paneles solares, por lo que el 99 por ciento de su distrito central utiliza calentadores de agua alimentados por los rayos del sol.

Prácticamente toda la iluminación pública y los semáforos de Rizhao también se alimentan de energía solar, algo inédito en un país que usa materias primas altamente contaminantes (el carbón y el petróleo) en el 70 por ciento de los casos y que por ello es el mayor emisor de dióxido de carbono del mundo.

La ciudad tiene más de medio millón de metros cuadrados de paneles solares, y pese a ser uno de los diez puertos que más carga mueven en el gigante asiático —una actividad que en ciudades como Shanghai o Cantón atrae la industria y con ello la contaminación— es también una de las diez mejores localidades en cuanto a calidad de aire, según el Ministerio chino de Medio Ambiente.

Rizhao, fundada en el siglo XI, cuando era conocida como “la primera ciudad en la que se ven los rayos del sol naciente”, tiene el mérito de que ha decidido primar, a diferencia del resto de China, el medio ambiente y la calidad de vida por encima del desarrollo económico.

La renta per cápita de sus ciudadanos es menor que muchas otras ciudades de la próspera costa este de China, pero ello no ha servido de argumento para detener el compromiso municipal con las energías renovables.

“El logro es resultado de una inusual convergencia de tres factores: una legislación local que anima el uso de energía solar, una industria local que decidió aprovechar la idea (con fábricas de paneles) y un gobierno municipal determinado a aplicar la ley”, analiza el científico Bai Xuemei, del Worldwatch Institute.

Uno de los secretos del éxito ha sido centrar los esfuerzos económicos del gobierno local no en subvencionar a los usuarios para que instalen paneles en su casa, sino a los constructores y a la industria de la ciudad, para que se basen en lo solar y saquen beneficios de ello.

Tras 15 años, destaca Bai en un artículo, el uso de paneles solares “se ha convertido en un asunto de sentido común en Rizhao”, una práctica tan integrada que se adopta automáticamente en todas las familias.

La ciudad ha conseguido su compromiso solar, sin renunciar a la baza del turismo (el número de turistas aumenta del orden del 30 por ciento anualmente) o de la organización de competencias deportivas, especialmente la vela.

La urbe ha obtenido varios premios internacionales por su promoción del uso de energías renovables, entre ellos el Premio Hábitat de las Naciones Unidas, concedido el pasado 5 de octubre, en Washington.

En la concesión del premio, se señaló que en Rizhao “la vida de la gente ha mejorado sin abandonar el concepto de un medio ambiente ‘primitivo’, con cielos y mares azules”.

Rizhao es la única ciudad de China que ha logrado este galardón, y su situación contrasta con la de muchas ciudades de la tercera economía mundial (el propio Worldwatch Institute aseguraba en 2006 que 16 de las 20 ciudades más contaminadas del mundo se encuentran en el país asiático).

El gobierno chino, tras décadas de dejadez, ha iniciado un tímido reconocimiento del problema, con medidas como el estímulo de las energías renovables, especialmente la solar y la eólica, sectores en los que, por cierto, la inversión española es bastante potente en China (Ferroatlántica, Gamesa, etc.).

La ciudad fue en 2008, por otro lado, una de las primeras del mundo en unirse a la Red de Neutralidad Climática, una iniciativa tomada por Costa Rica en el seno de las Naciones Unidas.

Esta federación de países, ciudades y compañías quiere ser una herramienta para compartir, a través de internet, el propósito de alcanzar el nivel cero en emisiones contaminantes, compartir ideas, intercambiar experiencias y dar ejemplo.

Fuente: EFE

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