Estamos en la meseta del contagio, pero de acuerdo con las proyecciones se espera que pronto comience el descenso, explicó el presidente este lunes
Teorema Ambiental/Redacción
Ciudad de México, 12 de mayo de 2020.— El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que en estos días en que se vive en México el periodo crítico de la Fase 3 de la contingencia sanitaria del COVID-19, la ocupación de camas de terapia intensiva para personas que requieren hospitalización ya está en un 75 por ciento de la capacidad en los diferentes hospitales habilitados en el Valle de México.
“Sí fue buena la estrategia de aplanar la curva y está dando resultados, estamos de acuerdo con las proyecciones en la semana más difícil en el Valle de México y nos queda un 25 por ciento de camas disponibles, y estamos en la meseta del contagio, pero de acuerdo con las proyecciones se espera que pronto comience el descenso”, dijo en su conferencia de prensa de este lunes.
Para aumentar el contexto de la infraestructura hospitalaria, el mandatario federal adelantó que este martes la Secretaría de Salud (Ssa) presentará un comparativo de la infraestructura hospitalaria antes de la contingencia y actualmente.
También recordó que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) apoyará en la ejecución de obras para terminar los hospitales que fueron abandonados en el sexenio pasado, sobre todo los que ya estaban muy avanzados.
Resguardo de cadáveres y crematorios, saturado
Otro servicio sanitario que enfrenta complicaciones es la falta de espacio para almacenar y dar disposición final a los cadáveres, debido al número de personas fallecidas, tres mil 465 casos hasta este lunes de acuerdo con la Ssa, y al tiempo que tardan los familiares para recoger los restos de sus difuntos. Esta situación afecta principalmente a hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el Valle de México.
Algunos testimonios señalan que en el Hospital General de Zona 27 y el Centro Médico La Raza, donde se ubican el Hospital General 01, así como los hospitales de Infectología y de Especialidades, están desbordados en sus zonas de Patología y los cuerpos se quedan en pasillos contiguos.
Por ejemplo, en el hospital La Raza hay espacio hasta para 30 cuerpos, pero en la primera semana de mayo fue insuficiente.
Mientras que los familiares se tardan en recoger los cuerpos debido a que se les ha dificultado hallar espacio para cremar o sepultar los cuerpos y por ello tardan hasta dos días más en recogerlos o bien los costos por el servicio se han incrementado, de dos mil a seis mil pesos en sitios públicos.
Mientras que los servicios privados cobran hasta 12 mil pesos. Por ello, las familias tardan en decidir qué harán con los cadáveres y por ello aumenta la saturación en los hospitales.
En tanto, en el Hospital General de Zona 27 de Tlatelolco, se reportan áreas comunes con cuerpos apilados.
Los 40 crematorios del Valle de México están saturados porque desde el viernes pasado inició el pico de contagios en el país y se espera que continúe una importante cantidad de defunciones hasta el 20 de mayo.
Los crematorios en el país no están preparados para recibir una demanda tan alta y hay un tiempo de espera de 24 a 36 horas para cremar un cadáver. La mayor demanda se encuentra en la Zona Metropolitana del Valle de México y en la ciudad de Tijuana, Baja California.
En México existen entre cinco mil y ocho mil empresas que pueden atender la demanda de muertes por COVID-19, pero tendrá que mejorar la velocidad con la que estas funerarias pueden disponer de los cuerpos en cementerios o crematorios y la demanda de servicios funerarios para personas que murieron por coronavirus continuará durante las próximas dos semanas, sobre todo en el Valle de México.
Los servicios de velación bajo estas condiciones son de solo cuatro horas y no debe haber muchas personas en los velatorios, por instrucciones de la Ssa.
