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Polémica muerte de la jirafa “Marius”

La jirafa recientemente sacrificada en un zoológico de Dinamarca encontró la muerte por una razón devastadora: sus genes y su familia

Se llamaba “Marius” y había nacido en el zoológico de la capital danesa hace 18 meses, una edad en la que había alcanzando la madurez sexual.

Según las autoridades del zoológico, “Marius” murió porque sus genes eran muy similares a los de las otras jirafas del lugar y que hacen parte del programa de reproducción de estos animales que realiza la Asociación Europea de Zoológicos y Acuarios (EAZA, por sus siglas en inglés).

En las jirafas, esa cercanía y similitud de genes incrementa la probabilidad de generar daños en su descendencia si se llegara a reproducir.

Cuando se gesta una cría, dos copias son heredadas: una versión de cada padre. Una de esas copias puede ser perjudicial pero si la otra copia es la versión no-perjudicial del gen, puede neutralizarse ese efecto adverso en la descendencia.

Sin embargo, cuando los padres son familiares, eso incrementa las posibilidades de que las dos versiones perjudiciales del gen se junten al momento de la procreación.

¿Por qué no trasladarlo?

Una de las preguntas que más ha rondado a las autoridades del zoológico de Copenhague es por qué no trasladaron a “Marius” a otro lugar.

Se conoció que se descartaron dos sitios para llevarlos, además de una generosa oferta de una institución privada que ofreció comprar a “Marius” por una cifra cercana a los 580 mil dólares.

Un vocero del zoológico, Tobias Stenbaek, dijo a los medios que uno de los requisitos para pertenecer a EAZA es que el programa no se vuelve dueño de los animales, sino que los administran, así que no podían entregarlos a una institución que no siguiera las mismas normas.

Por su parte, el director científico del zoológico, Bengt Holst, explicó que rechazó una oferta del Parque de Yorkshire en Reino Unido, que es miembro de EAZA, porque el hermano mayor de “Marius” ya vive allí y se privilegió al ejemplar “más valioso genéticamente”.

Humanamente

Por su lado la EAZA explicó en un comunicado que apoya la decisión de “sacrificar lo más humanamente posible y cree con firmeza que se necesitaba para la administración de la demografía en animales bajo el cuidado humano”.

Y aquí surge otra pregunta: ¿por qué no prevenir el apareamiento entre ejemplares relacionados genéticamente?

La anticoncepción y la castración son posibilidades que se han tomado en cuenta, pero ambos procedimientos requieren sedación.

“Cada vez que queremos sedarlas existen muchas posibilidades que se rompan el cuello cuando caen al suelo debido a los calmantes”, explicó Jebran.

Con información de BBC

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